Con Vicente Pizarro a la cabeza: Colo Colo pone en marcha el plan de renovaciones de contratos con miras al Centenario

Vicente Pizarro clava el zurdazo cruzado. Santiago Mele no puede hacer nada para detener la carrera del balón hacia el fondo de la malla del arco norte del estadio Monumental. La celebración se siente como un estruendo en buena parte de Macul. Colo Colo da el primer golpe en la serie frente a Junior de Barranquilla y se ilusiona con alcanzar los cuartos de final. Para conseguirlo, todavía le queda una tarea titánica: volver intacto desde una ciudad colombiana que añade dificultades naturales al potencial de un equipo que, teóricamente, debería mostrar más virtudes que las que exhibió el martes en el Monumental.

El Vicho se llena de aplausos y, de inmediato, se transforma en el jugador más mencionado por los hinchas en las redes sociales. Hay, eso sí, quienes reparan en un detalle que les inquieta: la permanencia del hijo de Jaime Pizarro, una condición que también consignan, por la histórica actuación del actual ministro del Deporte en la consecución de la Copa Libertadores de 1991, solo está garantizada hasta fines de año, cuando termina un contrato que ya fue extendido al término de 2021. Esa vez, el volante y su entorno determinaron que lo mejor era seguir en Macul y buscar la consolidación. Se acordaron, además, las condiciones para una eventual salida anticipada: el pago de US$ 2,2 millones por el 80 por ciento de los derechos económicos.

Pizarro no es el único jugador que termina contrato con los albos. La lista considera varios jugadores emblemáticos. Brayan Cortés, Fernando de Paul, Emiliano Amor, Ramiro González, Erick Wiemberg, Vicente Pizarro, César Fuentes, Leonardo Gil, Arturo Vidal, Gonzalo Castellani, Marcos Bolados y Guillermo Paiva están en la misma condición.

En todos los casos, deben mediar las evaluaciones del cuerpo técnico que encabeza Jorge Almirón, de la gerencia deportiva que lidera Daniel Morón y, por cierto, la opinión del directorio de Blanco y Negro, que preside Aníbal Mosa, el que tendrá que proveer los recursos para concretar eventuales acuerdos. Entre todos deberán afinar la lista de nombres sobre los que trabajarán para garantizar su continuidad. Habrá que compatibilizar factores como la presencia en la actual temporada y los costos. Desde ya, se sabe que hay propuestas que serán más acotadas que los vínculos actuales. El caso de Gil es uno de ellos. El Colo se embolsa $ 60 millones mensuales. En Macul afirman que si se quiere quedar, deberá aceptar bastante menos. El de Vidal, el sueldo más alto del equipo será materia de una discusión profunda. Ya a comienzos de este año, su condición física provocó un amplio debate interno (con exigencia de exámenes físicos exhaustivas de por medio).

En el caso de Pizarro, se da por descontada la intención de que se quede. Con un atisbo de certeza respecto del éxito de la negociación. “Va a renovar”, dicen en el Monumental, antes de que, en rigor, comiencen las tratativas. Esperan, naturalmente, que las gestiones sean menos tensas que la vez pasada. Eso sí, admiten que la nueva condición del Vicho, más consolidado en la escuadra titular y reconocido por los hinchas, implicará realizar un esfuerzo económico importante para retenerle. Hay disposición para realizarlo.

De lo que no hay dudas en Macul es de que el transcurso de los acontecimientos forma parte de una hoja de ruta que parece natural. Hasta que se concretó el arribo de Mauricio Isla, la preocupación estaba puesta, precisamente, en satisfacer las necesidades que había transmitido Almirón en el sentido de conformar una escuadra competitiva para la decisiva serie que afronta ante el equipo cafetalero. El exitoso término de esas gestiones, que se tradujo, además, en las llegadas de Javier Correa, Jonathan Villagra y Cristian Riquelme, permite, ahora, que el técnico cuente con un plantel altamente potente. Ante Coquimbo Unido, de hecho, se dio el lujo de reservar a la mayor parte de los titulares. Tenía las piezas suficientes para amar un equipo alternativo que le planteara competencia a uno de los rivales directos en la lucha por el título.

Ahora, dicen en el Monumental, comienza la etapa siguiente: la de las renovaciones. La exitosa participación en el torneo continental, que se ha traducido en ingresos garantizados por parte de la Conmebol, además de millonarias recaudaciones por las masivas asistencias al estadio albo, entrega el soporte económico necesario para iniciar los acercamientos. Eso sí, con la mesura propia de un presupuesto que siempre hay que cuidar.

En el último sentido, de hecho, se espera que los jugadores muestren la voluntad de quedarse en el club con un gesto concreto: el de aspiraciones económicas mesuradas, acordes con la realidad nacional.