Betis puede soñar tranquilo con su primer título europeo. Una quimera que toma forma a medida que avanza en la Conference League. En la ida de los cuartos de final, el equipo de Manuel Pellegrini venció 2-0 al Jagiellonia de Polonia en Sevilla, resultado mezquino para todas las ocasiones que se creó el local.

El equipo visitante tenía muy poco que perder. Debutante en su historia como cuartofinalista en cualquier torneo europeo, la escuadra eslava no perdió tiempo. Así lo entendió el centrodelantero angoleño Afimico Pululu, quien apuró a Llorente en el inicio para llevar peligro al arco bético.

Pero era una apuesta arriesgada. Los polacos presionaban bien arriba la salida sevillana, con el peligro de quedar expuestos al contragolpe. A los 8 minutos, Cédric Bakambu se escapó en la derecha, centró al medio a Isco y el capitán la cedió al juvenil Jesús Rodríguez, quien la tiró a las nubes.

Fue solo un aviso, ya que la escuadra del Ingeniero comenzó a tomar el control del mediocampo y de la pelota. Justo en el cuarto de hora, tras un tiro libre, el remate de volea de Natan se fue por muy poco sobre el arco que defiende Slawomir Abramowicz.

Instantes más tarde, después de una vistosa jugada del brasileño Antony, Rodríguez volvió a quedar en posición de anotar, pero tampoco pudo dar dirección al arco cuando reclamaba una falta en el punto penal. En la siguiente, el mismo juvenil inventó una jugada que terminó en leve remate a las manos del arquero.

Betis logró abrir la cuenta a los 24 minutos. Jagiellonia perdió la pelota en campo de los hispanos y el rápido contraataque continuó con un pase filtrado de Pablo Fornald para Bakambu, quien definió preciso ante la salida del meta para el 1-0.

Tras el gol, el dominio de los andaluces se hizo más evidente. Otra vez la tuvo Bakambu e Isco se perdió un cabezazo al borde del área chica, tras un gran pase de Antony.

A esa altura, lo de los verdiblancos sonaba incluso a farra, sobre todo por la hegemonía que mostraba el equipo en la cancha. En el final del tiempo reglamentario, el lateral derecho Sabaly quedó solo en el área pequeña, pero su volea se fue por muy poco.

En los descuentos, cuando los hinchas ya se conformaban con la mínima ventaja, Jesús Rodríguez volvió a inventar una diagonal en la derecha, la misma jugada que siguieron Antony y Bakambu, para que el iniciador la finalizara en el 2-0 de los españoles.

Merecido

Manuel Pellegrini, en el inicio del complementario y decidió sacar a Isco, quien ya tenía tarjeta amarilla, para evitar una potencial suspensión. El ingreso de Giovani lo Celso no hizo perder volumen de juego al equipo, que fue por más.

Es cierto que el cuerpo arbitral anuló un gol a los polacos en el inicio de la segunda parte, por correcta posición de adelanto. Mas, solo fue un hecho aislado.

A los 55’, Roríguez estrelló un balón en la base del vertical, tras pase de Sabaly. En la siguiente, Bakambu estuvo cerca de aumentar las cifras y Lo Celso, a los 64’, falló en el punto penal a la vez que pedía una falta penal en el disparo.

El despilfarro de los béticos se mostraba casi angustiante para la multitud que llegó al Benito Villamarín. Prueba de ello fue remate en el palo, esta vez de Natan, a solo un cuarto de hora del epílogo del encuentro.

El público se calentó aún más. A doce del final, una gran jugada de Lo Celso terminó en un remate al cuerpo del portero, pero el rebote dio en la mano de Taras Romanczuk, situación advertida como casual por el árbitro británico Anthony Taylor.

El dominio de los béticos no se aplacó, pero no pudo traducirse en el marcador. Todo para culminar en una victoria importante para la vuelta del 17 de abril, en Polonia.