Empate amargo en Santa Laura. UniónEspañola no pudo ante un dubitativo Antofagasta y desaprovechó una buena opción para subirse a la parte alta de la tabla.

El cuadro hispano inició el duelo a ritmo trepidante. Tanto, que a los dos minutos ya estaba en ventaja. Con gol de Dávila, los rojos comenzaban el duelo cómodamente. La tempranera anotación les dio confianza a los de Independencia, e hizo que controlaran las acciones con mucha superioridad.

Pero Antofagasta, que este año no tiene problemas en replegarse, se tiró atrás para ordenar sus piezas y aguantar la presión de los dueños de casa que, en los primeros minutos, hicieron méritos para cerrar rápido el compromiso. El desdoblamiento constante de Galdames y Méndez desde el centro de la cancha, además de la pasada incesante de Poblete y el propio Dávila por las orillas, sorprendió y descolocó a los visitantes.

La temperatura del lance bajó a los 23', cuando Paulo Garcés chocó con Sebastián Jaime y quedó tumbado en el suelo, sangrando, retorciéndose. Y aunque el meta terminó sustitudo y trasladado a un centro asistencial, la pausa que dio su lesión le sirvió sobremanera a los suyos, que en la reanudación del encuentro se metieron en el partido.

UniónEspañola dejó de presionar como al principio y comenzó a intentar manejar la ventaja. Y lo consiguió a ratos, aunque redoblando esfuerzos para contener la movilidad de Eduard Bello yRenato González, que le dio aire al cuadro nortino y le permitió sumar algunas opciones de peligro.

La paridad llegó justo antes del final del primer tiempo, después de un infantil error de Sánchez, que la perdió absurdamente ante la presión de Felipe Flores y se la cedió al venezolano Bello para que éste igualara el marcador.

El segundo tiempo encontró a un equipo hispano de ímpetu renovado. Poblete recuperó su protagonismo por la banda diestra y Galdames se hizo otra vez con el control del mediocampo.

El dominio, sin embargo, fue apenas territorial. Sirvió para hacer retroceder otra vez a los pumas, pero no para generar peligro real sobre el arco de Hurtado, que reemplazó a Garcés.

Faltó precisión y profundidad en ambas escuadras, que a medida que avanzaba el reloj parecían conformarse con no perder.

En los minutos finales, ya con menos físico y apelando sólo a las buenas intenciones, los rojos siguieron presionando. Y aunque pudieron adelantarse mediante remates de largos (porque con jugadas asociadas no estuvieron ni cerca, aunque el argentino Carrera falló inexplicablemente un mano a mano en los descuentos), finalmente firmaron un empate que sirve poco, pero que vale bajo el lema de siempre: si no se puede ganar, lo mejor es no perder.

Los nortinos bajaron respecto de lo que venían realizando. Al menos desde el volumen de juego y la contundencia. Lo mismo UniónEspañola, que tiene un libreto claro, pero fue incapaz ante un rival que fue inferior y otra vez cedió puntos por un error de Sánchez. Al final, todos quedaron conformes.