La Copa Libertadores y la Sudamericana de 2020 no admitirá a equipos que se encuentren, en ese periodo, en segunda división tras el previo descenso de categoría, según la nueva normativa de la Conmebol difundida este martes.
En los apartados del conjunto de requisitos para la participación en esos torneos, la Conmebol resuelve que los equipos clasificados deben continuar "disputando el torneo nacional de su Asociación Miembro en la división principal de la competición en 2020". "Es decir, no haber descendido de división en el torneo nacional", subrayó en un comunicado la Dirección de Competiciones de Clubes de la máxima autoridad del fútbol sudamericano.
Asimismo, y entre las condiciones de elegibilidad adoptadas, se establece que el club en cuestión no debe "estar cumpliendo una sanción o suspensión que a criterio de la Conmebol lo imposibilite de participar" en la Copa Libertadores y/o en la Copa Sudamericana.
En otro de los apartados se estipula que los clubes deben de haberse clasificado a esas competiciones por mérito deportivo y no deberán estar cumpliendo una sanción o suspensión que, a criterio de la Conmebol, les impida disputar esos torneos. Con la nueva normativa para 2020, no podrán darse casos como el del club paraguayo Independiente de Campo Grande, que este año tomó parte en la Sudamericana estando en la Intermedia, y que fue eliminado por los colombianos de La Equidad. El Independiente logró su clasificación para la Sudamericana después de concluir sexto en el acumulado de los torneos Apertura y Clausura en 2018, lo que no impidió que bajara a la Intermedia, ya que el descenso se calcula con un promedio de los últimos tres años.
El caso de Tigre y lo que sucede en Chile
Lo expuesto por la Conmebol afecta directamente a Tigre, el equipo de moda en Argentina. El elenco que dirige Pipo Gorosito, de gran fin de campaña en la Superliga argentina, está en la semifinal de la Copa de la Superliga, torneo que da boletos a competencias internacionales. Si el campeón entra a la Libertadores, el otro finalista va a la Sudamericana. El punto es que Tigre descendió de categoría por los promedios. Aunque en cancha cumpla deportivamente, la nueva reglamentación de la Conmebol le impide jugar torneos continentales si es que llegase a ser campeón de la Copa porque jugará en la próxima temporada en la B Nacional.
Esto también rebota a Chile, porque una de las vías para clasificar a Libertadores y Sudamericana es la Copa Chile, en la que participan clubes de categorías inferiores. El campeón de la Copa es Chile 4 y si llegase a ganar la competencia un club de Primera B o que hoy esté en Primera y descienda, no puede jugar la Libertadores. En 2017, Santiago Wanderers ganó la Copa Chile y descendió, pero de todas formas pudo jugar la Libertadores desde la fase 2. Incluso pasó una ronda, a Melgar de Perú.
El descargo de la Superliga
Ante lo expuesto por la Conmebol, la respuesta del fútbol argentino no se hizo esperar. El presidente de la Superliga, Mariano Elizondo, le envió una carta a la AFA, manifestando su preocupación por esta exclusión de los descendidos, particularmente por el caso de Tigre, si gana la Copa de la Superliga.
Piden que la Conmebol aclare que los nuevos criterios "no se aplicarán para aquellas situaciones previstas en los reglamentos que hubieran sido aprobados con anterioridad a la comunicación de esta nueva disposición".