En la Conmebol quieren al estadio Nacional en perfectas condiciones para la disputa de la final de la Copa Libertadores, que se jugará el próximo 23 de noviembre. La sede única de Santiago fue designada por primera vez para albergar el partido de clubes más importante a nivel continental.
Lo cierto es que desde la Confederación Sudamericana de Fútbol ya entregan las primeras instrucciones para el trascendental compromiso. Alejandro Domínguez, presidente de la entidad, en su visita al cambio de mando, en el que Sebastián Moreno asumió la presidencia de la ANFP, ya deslizó sus primeras preocupaciones. ¿La principal? Quiere que el Nacional no sea utilizado durante los 60 días previos a la final para que el césped esté en perfectas condiciones. Lo que más le preocupa son la realización de recitales que, generalmente, no ayudan al espectáculo deportivo.
Hoy, sin embargo, ya están pactados conciertos masivos que amenazan el césped ñuñoíno. En 15 de octubre, casi 40 días antes de la disputa de la final copera, Iron Maiden visitará el Nacional. Se esperan más de 50 mil personas. Ese misma fecha también es jornada FIFA, por lo que si la selección chilena llega a ejercer la localía, considerando que justamente esa fecha comenzará a disputarse las eliminatorias rumbo a Qatar 2022, podría abrirse un nuevo foco de conflicto.
Sebastián Moreno, hoy presidente de la ANFP, reconocía hace unos meses la urgencia de hacer el Nacional un reducto de primer nivel. "La ministra del Deporte comprometió fondos para acondicionar de mejor forma el Estadio Nacional. Eso se va a hacer de aquí al próximo semestre. Vamos a llegar muy bien a la fecha de la gran final y el estadio estará en las mejores condiciones para albergar un espectáculo de este nivel, donde tendremos todos los ojos de Sudamérica y el mundo", señalaba.