Barcelona tiene la fórmula para ganar en el Santiago Bernabéu y lo hizo otra vez. Con un juego defensivo e inteligente, el elenco catalán venció por la cuenta mínima al local Real Madrid en la primera semifinal de la Copa del Rey en la primera derrota del local en su estadio, en la temporada.

No importa el momento que vivan los merengues, que hagan cinco goles en Liverpool o que se acerquen un poco más en la tabla de LaLiga. Su clásico rival tiene la receta para desesperar a los blancos, en fútbol o simplemente en actitud.

El mismo equipo que hace poco más de un mes le dio un baile en la Supercopa de España en Arabia Saudita, en la final de la Supercopa de España, llegó con la misma personalidad al barrio de Chamartín, tras una derrota en la Liga y una eliminación en la Europa League. Sin Robert Lewandowski, Ousmane Dembélé y Pedri.

Así ocurrió en la ida de las semifinales de la Copa del Rey, disputada en el Bernabéu. Los dirigidos de Carlo Ancelotti dominaron los primeros 20 minutos, intentaron poner al Barça contra las cuerdas, pero ese dominio no encontró un remate al arco de Mafrc-André ter Stegen.

Después de ese vendaval inicial, el equipo de Xavi Hernández se aplicó y comenzó a presionar bien arriba. El Madrid se vio torpe en la salida y sus jugadores se comenzaron a exasperar con el juego y la fricción.

Así nació el primer tanto del partido. El mediocampo catalán apretó a Eduardo Camavinga, quien se vio muy solo en la contención. Ferrán Torres atrapó el pase corto del francés y extendió para Franck Kessié, quien enfrentó al meta Thibaut Courtois. Y aunque el belga sacó con los pies, el rebote dio en Éder Militao para el tanto blaugrana, a los 27 minutos.

En el último cuarto de hora de la primera fracción, el partido continuó en la misma dinámica. Los blancos intentaron inquietar al ordenado último bloque del cuadro culé, pero un remate de Carvajal a las nubes, en área chica, fue lo más peligroso para el descontrolado equipo de Carletto.

Infructuoso dominio

En el inicio del complementario, la escuadra capitalina seguía sin poder descifrar el problema que le planteó su clásico rival. Es cierto que tuvo mucho más la pelota, pero se demoraba demasiado en llegar al área contraria, donde el Barça se defendía hasta con ocho jugadores.

Intentaba el uruguayo Federico Valverde, pero su compatriota Ronald Araújo estaba siempre atento para ir al piso y despejar. A los 58 minutos, un largo remate de Vinícius Júnior se colaba en el segundo palo, pero Ter Stegen lo sacó con inteligencia.

Pero en ese infructuoso dominio merengue, el cuadro de la Ciudad Condal comenzó a buscar la conquista que sellara la primera semifinal. Y la tuvo a los 72 minutos, cuando el centro de Ferrán Torres llegó a Kessié, pero su remató rebotó en su compañero Ansu Fati para que el balón saliera de la cancha.

En el último minuto del reglamentario, un largo remate de Rodrygo terminó en una gran tapada de Ter Stegen, quien envió la pelota el córner. Pero ya era tarde, Real Madrid no encontró los caminos para hacer daño a un equipo que, como nunca, hizo de la defensa el pilar de su victoria.

Un 1-0 para Barcelona que deja todo abierto para el duelo de vuelta que se jugará en el Camp Nou, el próximo 5 de abril. En la otra semifinal, Osasuna dio el primer golpe tras vencer por la mínima en Pamplona a Athletic de Bilbao.

El Deportivo