Real Madrid necesitaba una revancha ante Barcelona. Y la logró de una manera espectacular. El cuadro de Carlo Ancelotti goleó 4-0 en el Camp Nou y avanzó a la final de la Copa del Rey, que jugarán ante Osasuna. Tres goles de Karim Benzema y uno de Vinícius Júnior completaron una cantidad de conquistas que los blancos no lograban en Cataluña desde hace 60 años.

Dos equipos con una rivalidad histórica, pero que se mostraron los dientes desde el inicio. Al contrario de lo que ocurrió en la ida, fue el cuadro catalán el que tomó la iniciativa desde el inicio del partido.

Recién comenzado el duelo, una jugada combinada entre Balde y Gavi terminó en un pase cruzado de este último, que la zaga merengue sacó de manera providencial antes de la llegada de Raphinha.

Fue casi una declaración de principios. Porque la actitud del cuadro del técnico Xavi Heenández distó mucho de ese timorato equipo que salió a defenderse en la ida disputada en el Bernabéu, pese al triunfo por la cuenta mínima.

Así también lo sintió un estadio Camp Nou repleto, que vivía unan verdadera fiesta. Tanto que pasados los 10 minutos de juego se escuchó un coro de más de 90 mil personas vitoreando el grito de ¡Messi… Messi!.

De vuelta en la cancha, el Barça era más incisivo. Tenía la pelota y mordía fuerte en el medio, donde el cuadro capitalino perdía muy rápido la pelota corriendo hacia su arco.

Cerca del cuarto de hora, un cabezazo de Raphinha bien pudo ser el primero. Sin embargo, la buena ubicación del golero Thibaut Courtois -una de las figuras del duelo- evitó la conquista.

Después de los 20 minutos iniciales, el visitante se atrevió un poco más. Así se reflejó en un pase al vacío de Dani Carvajal al cual Rodrygo no llegó por muy poco en el área chica, tras ganar la espalda de los centrales.

Entonces el encuentro se tornó muy trabado. Demasiado picante, con ambos equipos abusando de las faltas, los empujones y la simulación. Situación que debió ser zanjada por el árbitro Juan Martínez con tarjetas amarillas y muchas reconversiones verbales.

En el final del primer tiempo, cuando ambos se conformaban con el empate sin goles llegó el mejor minuto de un partido que se vio muy interrumpido en líneas generales.

Se disputaban los descuentos, cuando Courtois protagonizó una de las mejores tapadas del duelo. El Madrid salió rápido en el contragolpe en los pies de Vinícius Júnior. El brasileño la abrió la pelota para Karim Benzema en el inicio del área, el galo se la devolvió al carioca, quien remató esquinado para lograr el 1-0 de los capitalinos.

Goleada histórica

El tanto en el filo del descanso fue un verdadero catalizador para el cuadro visitante que veía cierta la posibilidad de alcanzar una nueva final en la Copa del Rey.

De esa manera quedó establecido a los 50 minutos, cuando una gran jugada de Luka Modric terminó en la segunda cifra de los dirigidos de Carlo Ancelotti.

El croata tomó la pelota de manera transversal y tocó para Karim Benzema, quien marcó el 2-0 con un derechazo perfecto que dejó sin reacción al meta alemán Mar-André ter Stegen.

El Barça intentó reaccionar, pero Courtois estuvo notable para tapar el disparo de Balde, en la jugada siguiente. Más tarde, el zaguero uruguayo Ronald Araújo estuvo cerca de anotar en dos ocasiones, pero no logró su cometido.

A los 57 minutos, vino la debacle para el local. El marfileño Franck Kessié derribó a Vinícius Júnior en el área y el árbitro, frente a la jugada, no dudó en pitar el penal. Benzema tomó la pelota y con su frialdad característica inició la goleada madrileña.

La conquista desarmó completamente a los catalanes. Y aunque intentaron mantener la compostura con la posesión del balón, lo cierto es que estuvieron lejos de amagar la derrota histórica.

A diez minutos del final, con Barcelona volcado en busca de un descuento, los mismos verdugos fraguaron el cuarto con otro brillante contragolpe. Una corrida de 40 metros de Vini Junior terminó en un preciso pase filtrado para el tercero en la cuenta de Benzema y un 4-0 histórico, ya que el Madrid no marcaba tal cantidad de goles en ese estadio desde 1963, cuando venció 5-1.

Real Madrid está en una nueva final de la Copa del Rey, esta vez en una final contra el Osasuna de Pamplona, el 6 de mayo en La Cartuja de Sevilla. El cuadro blanco va por el vigésimo título de su historia en el torneo.

El Deportivo