Los ideales tienen extrañas formas de permanecer en el tiempo. Sobreviven en la medida de sus posibilidades y de las circunstancias. Algunos perviven sin contratiempos; otros se elevan, tambalean y caen antes de desaparecer, pero también hay algunos que se invisibilizan para luego reaparecer de las maneras más insospechadas.

El Clapton FC es un antiquísimo club inglés, fundado en 1877 y que hoy milita en la Essex Senior League, una división que reúne a 22 clubes amateurs. Asentado en el distrito de Forest Gate, en el este de Londres, cuenta con un estadio con capacidad para dos mil espectadores. Justo antes de partir, la actual temporada, la cooperativa de hinchas que dirige el club creyó que había llegado el momento de darle un refresco a su tradicional camiseta y para eso convocó a sus bases -entre las que hay un ala ultra que está a favor de los inmigrantes, defiende la no discriminación y es contrario a los grupos de extrema derecha- a que votaran entre 16 opciones. Los votantes no tuvieron dudas y privilegiaron la alternativa que rendía homenaje a las Brigadas Internacionales que participaron en la Guerra Civil Española en apoyo a las fuerzas republicanas.

Las Brigadas Internacionales fue un movimiento de brigadistas provenientes de cerca de 50 países que en 1936 llegaron hasta España para pelear contra las huestes franquistas bajo el nombre de voluntarios por la libertad. Fueron 2.300 los británicos que se sumaron a la causa de la República, ciudadanos comunes y corrientes que dejaron sus casas en Londres, Manchester, Liverpool, Glasgow y otras ciudades para librar una lucha en la que hallaron la muerte 500 de los suyos.

La nueva camiseta del Clapton no solo recuperó para sí los colores de la Segunda República -rojo, amarillo y morado- sino que además rescató un par de otros símbolos como la estrella de tres puntas que fue emblema de los brigadistas y el lema antifascista que se convirtió en consigna internacional: No pasarán (el que está grabado en la parte posterior del cuello de la camiseta).

El ejercicio de renovación de la tricota del Clapton FC terminó convirtiéndose en un círculo virtuoso. La empresa que tomó la confección de sus camisetas fue un fabricante italiano de ropa deportiva que se rige por una serie de principios. Rage Sport es una empresa sin ánimo de lucro, que vela por un salario justo y jornadas laborales razonables para sus trabajadores, a la vez que solo ofrece sus servicios a aquellos clubes que declaran como propios los principios de lucha contra el racismo, el fascismo y la desigualdad.

El lanzamiento de la nueva camiseta del Clapton FC sobrepasó cualquier expectativa. No solo tuvo una aceptación en los propios hinchas del club, también en todos los británicos que se sienten identificados con lo que fueron las Brigadas Internacionales. Sin embargo, la mayor respuesta provino desde España, donde quienes siguen adhiriendo a los postulados de la Segunda República no dudaron en solicitar por correo una camiseta del Clapton FC. A menos de un mes del lanzamiento oficial, las camisetas ya estaban agotadas y la producción absolutamente desbordada, con una demanda en moneda nacional superior a los 50 millones de pesos, fuera de cualquier estimación para un club como el Clapton FC.

Lo más inexplicable de todo es que precisamente en momentos en que los movimientos de extrema derecha comienzan a florecer en Europa, los valores e ideales de la Segunda República vuelven a aparecer de la mano de la camiseta de un club que encarna precisamente las causas de la antidiscriminación, de la igualdad y del respeto a los derechos de los trabajadores. Cosas del fútbol.