Costa Rica festeja de forma milagrosa. En un partido complicado y donde pasaron grandes apuros, encontraron el gol en el cierre y lograron tres puntos que le dan vida tras la derrota histórica ante España. El 1-0 sobre Japón es un balde de esperanza y los mete en la pelea por un cupo a octavos de final. El Grupo E se definirá el jueves 1 de diciembre.
Pero para ser honestos, el desarrollo del partido fue un monologo durante 80 minutos. Desde el arranque quien propuso las acciones y tuvo desplante ofensivo fue Japón. Los nipones mostraron un estilo ordenado, intenso y claro. Diseñaron un plan y no dudaron, encontrando rápidamente la claridad y el favoritismo. Si contra Alemania había sido la espera su principal arma, contra Costa Rica fue derechamente ir a buscar el resultado.
De hecho el primer tiempo destacó por la presión alta de los asiáticos, quienes siempre replegados de forma inteligente, taparon las salidas y metieron a Los Ticos en su área. No tuvieron grandes chances de gol ante el arco de Keylor Navas, pero el hostigamiento al ex Real Madrid fue continuo.
Costa Rica por otra parte muy compactos y sin creación de juego ni propuesta ofensiva. Ni Joel Cambpbell, Gerson Torres o Anthony Contreras lograron entrar en juego, siendo estos dos últimos reemplazados al minuto 65 del partido.
Modificaciones que tampoco cambiaron el panorama, porque cuando el ataque costarricense tuvo nuevos nombres, la tónica siguió siendo la misma. Japón con la pelota, creando oportunidades, siendo dueños totales del encuentro. Haciendo todo, menos el gol.
Y eso terminó siendo letal para la esperanza nipona. Fue en el minuto 81′, cuando Costa Rica aún no sumaba ningún tiro al arco y llevaba varios minutos resistiendo, que todo cambió. Una jugada fortuita, que incluyó un error en la salida y un desorden defensivo, le dio a los centroaméricanos la llave para anotar su primer gol en este Mundial de Qatar.
Keysher Fuller recibió el balón dentro del área, se acomodó para la zurda y sacó un tiro al ángulo superior, que fue imposible de contener para Shuichi Gonda. Un cambio de golpe, sorpresivo y casi hasta inmerecido. Pero en un Mundial lo que importa es ganar, no el cómo.
Y Costa Rica fue fiel reflejo de aquello. No solo porque sacó un gol cuando ya nadie pensaba que podían ganar el partido, sino que logró mantener su ventaja cuando en los minutos finales Japón volvió a meterlos en su arco. En el minuto 88 fue la gran chance para el empate, pero entre Navas y la defensa tica lograron contener ese impulso de amor propio que llevaba a los japoneses con velocidad y verticalidad al arco de los latinos.
Una victoria que les da vida y los despierta del golpe sufrido con el 7-0 que les hizo España en la primera fecha. Tres puntos valiosos que ahora los meten de lleno en la pelea por el cupo a octavos de final. Para que el paso a la ronda de los 16 mejores se concrete, deberán vencer a Alemania el jueves 1 de diciembre y que Japón no supere a los campeones de 2010.