La salida de Santiago Escobar de la banca estudiantil remeció Universidad de Chile. El fin anticipado del proyecto del técnico colombiano generó una serie de cuestionamientos internos que hoy tienen a todos los funcionarios en la mira del club.

Lo cierto es que Luis Roggiero, el gerente deportivo, es quien ahora suma todas las críticas de la concesionaria. El ecuatoriano, quien volvió este lunes a Santiago, luego de pasar el fin de semana fuera del país, enfrenta su momento más difícil en el club laico. Todos los dardos apuntan a su gestión.

Las reuniones para intentar darle un vuelvo al proyecto se han intensificado. Roggiero se ha reunido con Michael Clark, el presidente, y Cristian Aubert, el hoy gerente general, todos los días. Ha debido dar explicaciones, que hasta ahora no logran satisfacer a sus jefes. Se le cuestiona lo hecho por el DT colombiano, su lentitud al momento de elegir refuerzos, no haber traído un central y conformar un plantel que a todas luces no le alcanza para competir a nivel local. Este martes, incluso, se juntó fuera del CDA. Su salida ya es prácticamente un hecho: ya se afinan detalles del finiquito y durante las próximas horas debiese ser cesado de sus funciones.

Sin embargo, durante las últimas horas, ocurrió un episodio que terminó de agotar la paciencia de Michael Clark. Roggiero no quería que Sebastián Miranda asumiera el mando del primer equipo mientras se contrataba el reemplazo de Sachi. El gerente deportivo quiso poner en su lugar al técnico español José Luaces, al cual trajo para reformar el trabajo de las divisiones menores.

La decisión de Roggiero con lo que pretendía Azul Azul los enfrentó. Clark y el plantel no estuvieron de acuerdo con el gerente deportivo, a quien le hicieron saber que el DT interino sería Miranda. El ecuatoriano no tuvo otra opción que aceptar la decisión, pero dejando en claro su disconformidad por la medida adoptada.

El nuevo encontrón suma otro capítulo a la historia de desencuentros entre Rogggiero y Azul Azul. El ecuatoriano sigue anexando situaciones que le juegan en contra y que hoy lo tienen en duda en su puesto. El por ahora gerente no ha manifestado su voluntad a renunciar y se debe negociar una manera de despedirlo. Y esto no es tan fácil, pues el hombre que viene de Independiente del Valle tiene contrato indefinido y cláusulas que la institución quiere conversar, pues lleva menos de un año en el cargo.

Roggiero, si se va, al igual que Escobar, dejará a la Universidad de Chile a dos puntos del descenso y con una pésima campaña en el Torneo: once partidos jugados, tres ganados, dos empates y seis derrotas.

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