Aunque bata un récord mundial o cometa el peor de los errores, la personalidad de Cristián Tigre Muñoz seguirá siendo la misma. El arquero de Universidad de Concepción, con 41 años y una extensa carrera, entró en la historia al atajarle un penal a Cristian Canio hace menos de una semana, lo que le permitió meterse entre los cinco porteros con más lanzamientos atrapados desde los 12 pasos en el fútbol chileno. Igualó, con 17 atajadas, a Sergio Livingstone, quedando a tres de Nicolás Peric, en el segundo puesto, y a 12 del ranking que lidera Daniel Chirinos.
Muñoz agradece las felicitaciones, se toma con calma su récord y junto a La Tercera repasa detalles de su faceta como "atajapenales". "Es un honor y alegría muy grande estar en un ranking con un arquero de la talla de Sergio Livingstone. No me imaginaba que podía llegar a atajar tantos penales. Lo empecé a trabajar cuando llegué a Chile, ya que acá había mas auge de preparadores de arqueros y en Argentina estaban apareciendo muy de a poco. Se fue dando inesperadamente. No me considero un súper habilidoso en penales. Les debo mucho a todos los preparadores con los que he trabajado, como Simón Kuzmanic, Hugo Vidal, Rambo Ramírez, Guillermo Montoille, Claudio Osses y Jaime Caro. Todos me ayudaron y he sido un afortunado", señaló con humildad el Tigre, fiel a su bajo perfil.
¿Se trabajan o es intuición?
He mejorado el observar y estudiar al pateador. La tecnología te da esa posibilidad. Trabajé la salida de la pierna para, tras elegir un lugar o ver dónde podía patear el jugador, impulsarme rápidamente. Antiguamente era más intuición apuntar adónde podían patearte. Hoy está la posibilidad de estudiar los últimos cinco o 10 penales y ahí ya se marca una tendencia. El resto lo marca la presión del partido, el ver si hay algo en juego o no y ahí entran otras circunstancias.
¿Tiene alguna maña o secreto?
Antes podías utilizar alternativas, como desacomodarle la pelota al jugador, pero ya no se permite y te ponen tarjeta amarilla. En definiciones puedes jugar con la presión del pateador y ahí eso corre a tu favor. No les hablo ni busco que se enojen, porque después te gritan el gol en la cara. Cuando me la juego por un lado, utilizo toda mi potencia física para cubrir ese sector.
¿Cuál ha sido su mejor intervención?
El penal que tapé a Marcelo Salas en el Superclásico. Por lo que representa Salas como uno de los mejores delanteros del mundo y porque terminamos ganando el partido. Se dio todo y fue algo soñado, de esas cosas que todo jugador siempre desea y espera cumplir.
¿Algún referente en atajar penales?
Claudio Bravo tiene una gran virtud. En cada definición cuenta con algo especial, que lo hace siempre aparecer en esos momentos justos. Casillas también tiene una habilidad muy grande en ciertas instancias. Goycochea en Argentina fue muy reconocido en Italia 90.
Es el único futbolista activo que jugó con Diego Maradona, ¿qué significa eso para usted?
Por una parte es un privilegio, por haber podido jugar con él en un club tan importante como Boca Juniors. Y por otro, habla de toda la perseverancia y dedicación de mi carrera para seguir jugando a los 41 años todavía. Es un ídolo glorioso por todo lo que le dio a la selección. Fue un sueño haber compartido entrenamientos con él.
¿Qué experiencias tuvo con él?
Yo era muy joven y él estaba en la etapa final de su carrera. Entrenar con él era una fiesta maravillosa, porque iba mucha gente a las prácticas. Ese plantel de Boca era de grandes figuras y los chicos no tenían tanta participación como ahora. Recuerdo que, en un entrenamiento, Maradona quería practicar penales y me llevó para que yo se los tapara. Por ahí alguno atajé, pero los metió casi todos. Fue un privilegio entrenar penales con él.
Suma 17 atajados en Chile, ¿cuántos más podrán ser?
Y ojalá que si hay alguno más, sea cuando vayamos ganando 3-0 o 4-0. Veremos, espero seguir avanzando para llegar al podio. Es un desafio personal, que ahora me motiva para seguir jugando más.
¿Sueña con atajar uno de alguna forma especial?
El penal de Bravo a Candelo fue grandioso. Me gustaría tapar uno de doble jugada, yendo abajo, sacándola y atrapando la pelota después de un rebote. Después despejo y la gente se viene abajo.
¿Le gustaría patear uno alguna vez?
Le prometí a mi hijo que antes de retirarme patearía uno. Debo ver el momento adecuado para hacerlo y pedirle permiso a Manri (Fernando Manríquez) para que me deje.
¿Cuánto tiempo más le queda por jugar?
Ya estoy en el término de mi carrera, pero mientras siga con ganas de entrenar, jugar, sintiéndome importante y con mi familia acompañándome, seguiré jugando. El día que ya no sienta eso, daré un paso al costado. Por ahora quizás siga atajando un rato más, tengo fuerzas y ganas. Espero que el físico me siga acompañando.