El anuncio de la Federación de Básquetbol sorprendió: Cristian Santander (47), nuevo entrenador de la Selección Chilena. Asombró, no porque al argentino le falten méritos, sino porque su carrera se relaciona más con el básquet femenino. De hecho, dirigió a Chile, Argentina y viene de ser campeón de la liga brasileña de mujeres. Ahora, de vuelta en el país después de siete años, cuando dejó Tinguiririca de la Liga Nacional, volvió para hacerse cargo de Castro, masculino, y, aprovechando, aceptó la oferta para guiar a la Roja en las clasificatorias a la Copa de las Américas 2021 (el específico panamericano de básquetbol). Y en diálogo con La Tercera analiza su nuevo trabajo.
¿Cómo se da su llegada a la Roja?
Después de arreglar condiciones con Castro, luego de un par de semanas de eso, me contactaron de la Federación. Me tomé un par de semanas para pensar y acepté. Es muy tentador y una oportunidad para seguir colaborando en el básquetbol de Chile.
¿Se definieron objetivos?
Hay a corto, mediano y largo plazo. En principio es armar un grupo homogéneo con edad de proyección. Pensamos primero en las clasificatorias a la Copa de las Américas. Lo primero es la ventana de febrero. Vamos a enfocarnos en llegar de la mejor manera a esa instancia. Y más a largo plazo, continuar con un grupo joven para Santiago 2023.
¿Hay diferencias entre dirigir hombres y mujeres?
No son tantas. Somos entrenadores de básquetbol y no de una rama o género. El básquet es uno solo.
¿La metodología no cambia?
En líneas generales el método es el mismo. Primero haremos un diagnóstico de cómo están los jugadores, sobre todo en el aspecto físico. Algunos están en plena pretemporada, otros en el exterior por empezar sus competencias. Después de ese diagnóstico hay que empezar a desarrollar la metodología, que básicamente es la misma que he empleado en el proceso en Argentina y Chile.
¿Ha visto con qué jugadores contar?
Los he visto jugar, pero hasta que no se hizo oficial mi llegada, no tomé contacto con ninguno. Estoy en el estudio de videos, estadísticas y de ver quiénes pueden estar.
¿Es bueno para la selección la figura de un entrenador a tiempo partido?
El entrenador full time tiene que estar en categorías menores, para recorrer el país buscando talento, hacer planes de altura, ir a los torneos y eso la FebaChile lo tiene con Daniel Frola en el masculino y Warren Espinosa en el femenino. Las selecciones adultas en el mundo emplean part-time. De los 32 entrenadores del Mundial, 26 eran así, incluso tres en la NBA. El DT a tiempo partido es la figura que se adecúa a esta época.
¿Qué le dijeron en Castro?
Soy un agradecido. Me permitieron tener esta dualidad de funciones. Lo tomaron como algo natural, sabiendo que puede ser beneficioso para todos. Trabajamos por lo mejor para Chile.
¿Cómo ven a Chile en el continente?
Ha ido mejorando, sobre todo en menores, con resultados y mejor competitividad. También por la última eliminatoria. Chile va ganando un respeto. Lo que han hecho los últimos entrenadores ha sido positivo, teniendo en cuenta que debieron esperar a un grupo muy joven. A mi me pasará algo similar. Hay chicos de 20, 22, 24 años... Chile va por buen camino.
¿Se puede llegar a la Copa de las Américas?
Todos los grupos son difíciles. En el nuestro están Argentina y Venezuela, pero en los otros están Estados Unidos, Canadá, Brasil o República Dominicana. Tenemos que ser inteligentes, competir contra todos, pero enfocarnos en Colombia, claramente. Lo mismo para ellos. Son los primeros partidos. Es importante empezar con el pie derecho.
¿Cómo hay que adaptarse a un nuevo trabajo?
Como todo entrenador profesional: estudiando y conociendo rápidamente la liga, a nivel de club o selección. En este caso, conocer a los jugadores que están desparramados por el mundo. Después de varios años y profesionalismo, no es un problema adaptarse.
¿Se siente un DT reconocido?
Me siento respetado. El reconocimiento no sé cómo evaluarlo. No me fijo en eso. Me siento respetado donde voy e intento proponer una idea que ayude a la situación.
¿Qué espera de la LNB?
La liga fue mutando en las edades de los jugadores. En la última que dirigí había una media de edad alta. Ahora bajó y hay más extranjeros. El torneo se va consolidando y encontrando un lugar muy bueno en América.
La selección argentina impresionó en el Mundial, ¿qué hace distinto a ese equipo?
Creo que en la determinación, confianza y competitividad con la que juegan, sus puntos más altos, son los mejores de todos. Después, los partidos hay que jugarlos.
¿Cómo se puede transmitir esa energía especial a los chilenos?
Es un proceso largo. Desde series menores hay que ir teniendo logros de competitividad como ganar o estar cerca de ganar con las potencias, para que se vaya creando mentalidad ganadora. También es importante que los jugadores en sus clubes puedan crecer, competir y ser ganadores. No alcanza solo con dar un mensaje: 'a partir de ahora quiero formar un equipo ganador', sino que trabajar lo previo. Todo se tiene que hacer antes, a nivel de club y categorías menores, para que cuando lleguen a la selección mayor tengan ese chip incorporado.