Cristiano brilla y le arrebata el triunfo a España

Cristiano Ronaldo se tomó en serio el partido. Entró a dejar atrás esa nube negra de siempre fallar en las Copas del Mundo. Y parecía que lo lograba con los dos primeros goles de Portugal, pero España, el vecino, el clásico rival, la selección que debutó en Rusia en medio de una crisis sin precedentes, se lo impidió.

Porque pese a ser la figura del encuentro, a convertir si primer triplete en una cita global, el goleador implacable del Real Madrid no pudo festejar un triunfo. Se tuvo que conformar con sumar apenas un punto después del 3-3 con que terminó un partido digno de todo lo que se esperaba de él.

El equipo de Fernando Hierro, de estreno en la banca a dos días de asumir el cargo, rozó la victoria en la primera fecha del Grupo B. Dejó de lado su escenario de incendio y fue capaz de recuperarse de dos desventajas y quedar con el marcador a favor hasta los 88'. Pero una falta Piqué cerca del área pavimentó el camino para que Cristiano sacar un tiro libre de museo, que dejó sin opciones a un De Gea que tuvo una jornada muy amarga, culpable exclusivo del 2-1 parcial del duelo, también de CR7.

Más allá del resultado, España demostró que no está muerta en lo emocional. Mantuvo su idea de juego, de mucho control de la pelota, atildado y la búsqueda del espacio a través de los continuos movimientos de sus jugadores. Quizás el lado más flaco de los rojos fue su sector izquierdo de la defensa, la banda custodiada por Nacho, quien pese a ser el autor del tercer tanto de su escuadra, igual naufragó una y varias veces en labores de marca.

En ese sentido, la contundencia ofensiva de Diego Costa, autor de los dos empates parciales de los españoles marcaron mucho el desarrollo del compromiso. Portugal, quien siempre prefirió esperar en su mitad del terreno, para salir rápidamente y sorprender a sus rivales. Las estrategias, sin embargo, quedan de lado cuando un jugador iluminado como Cristiano rompe los esquemas.

Empate justo, partido emotivo. Cristiano llegó como estrella y España debe conformarse con que no se le notó tanto la crisis interna. El Grupo B, por nivel de juego, será para esta dos potencias del fútbol europeo.