Para nadie fue indiferente la ausencia de los dos jugadores que habían monopolizado el galardón The Best en el último decenio. Ni Lionel Messi ni Cristiano Ronaldo asistieron a la premiación en Londres. Ambos sabían de antemano que su reinado había terminado. Y quién sabe si por ello u otra razón (CR7 no se justificó y la Pulga adujo razones familiares), ninguno estuvo presente. Ni siquiera para aplaudir a compañeros.
Justamente, esa es una de las principales críticas a los dos astros: cuando ellos fueron los ganadores, siempre tuvieron a colegas aplaudiendo sus premiaciones. Esta vez, cuando se tuvo que devolver la mano, no fue así. Y las críticas arreciaron.
Fabio Capello, ex técnico, disparó ante los micrófonos de TVE: "Es una falta de respeto. Hay que estar cuando se gana y también cuando se pierde", lanzó. Su compatriota, el exdefensa Paolo Maldini, se sumó a los detractores. "Es un premio importante cuando ganas y cuando no", señaló.
Para FIFA fue un golpe durísimo. Porque aunque no hayan ganado el premio de esta temporada, no contar con los dos jugadores más populares es duro para cualquiera. Sobre todo si se trata de la gran ceremonia, esa a la que todos quieren asistir. "Desprestigian al fútbol. No se dan cuenta. El perjudicado es el deporte y después ellos", criticaron desde el ente rector del fútbol, según reseña Marca.
Tan fea se vio la ausencia de las dos estrellas que por tantos años se pelearon el máximo galardón individual, que incluso la foto con el 11 ideal de la temporada, donde ambos estaban dentro del equipo, se vio incompleta. Fueron los únicos dos de esa oncena que no acudieron a la ceremonia. Y así, el brasileño Ronaldinho y el alemán Michael Ballack se tuvieron que sumar simbólicamente a la foto oficial, en la que sí estaban otros jugadores como Sergio Ramos, Kylian Mbappé o Eden Hazard.
El belga Courtois, elegido el mejor arquero, defendió a los astros. "Viajar dos horas y media aquí teniendo que jugar en dos días no es mejor. Entiendo que algunos no vengan", aseveró.
Luego de 10 años, 9 meses y 7 días, el The Best fue para un futbolista distinto a Messi o Cristiano. Modric rompió el molde. Y ellos lo hicieron notar. Se apartaron de todo. No se prestaron ni siquiera para regalar aplausos en lugar de recibirlos, porque esta vez, por primera vez en diez años, la foto principal no era para ninguno de los dos. "Habría estado bien que estuvieran", dijo, algo desilusionado, el ganador, el nuevo The Best.