Portugal y Uruguay prometían en la previa un partido más que interesante, un duelo en el que ambos se jugaban mucho en su objetivo de avanzar en el Grupo H. Sobre todo, la Celeste, que necesitaba la victoria para acercarse a los octavos de final del Mundial de Qatar. Eso sí, mientras todo el mundo hablaba en la víspera del duelo ofensivo entre Cristiano Ronaldo y Luis Suárez, Diego Alonso sorprendía dejando en la banca al Pistolero y reemplazándolo por Edinson Cavani. Sin embargo, la apuesta fue equivocada y los charrúas pagaron caro una derrota por 2-0, que los deja en muy mal pie para avanzar.

Los primeros minutos en Lusail fueron de bastante estudio de parte de ambos. Un par de remates desviados por cada lado y un cabezazo de José María Giménez fue lo más destacado de ese comienzo de un duelo muy táctico, donde los lusos apostaron a la sociedad entre CR7 y Joao Félix por el sector izquierdo del ataque, mientras que los charrúas poblaron el mediocampo. No obstante, la pelota la tuvo ampliamente el equipo de Fernando Santos, aunque con poca profundidad.

Con el paso de los minutos, el control portugués se acentuó frente a una escuadra sudamericana que no mostraba nada en ataque. Ni Cavani ni el reputado Darwin Núñez recibieron balones con ventaja para el desequilibrio. A pesar de eso, a los 33′, Uruguay tuvo la más clara hasta ese momento: Rodrigo Bentancur (el mejor de los charrúas en el primer tiempo) arrancó desde campo propio, eludió a tres rivales y definió al cuerpo del arquero Diogo Costa, quien estuvo muy atento en el achique.

Sobre el final del primer tiempo, Portugal sufrió la sensible baja de Nuno Mendes, quien abandonó la cancha entre llantos tras sufrir un problema muscular que lo obligó a pedir el cambio. Por su reacción, es posible que su participación en Qatar haya terminado.

El segundo tiempo tuvo un comienzo accidentado, con la invasión a la cancha de un hincha con la bandera de la diversidad sexual, quien fue desalojado rápidamente por la seguridad local. Tras ese momento, Portugal se envalentonó y llegó al ansiado gol, a los 54′.

Bruno Fernandes metió un centro al área, con dirección a Cristiano Ronaldo. El delanteró se coló entre Olivera y Coates y si bien no tocó el balón, el movimiento le sirvió para dejar sin opciones a Rochet y abrir la cuenta. CR7 lo gritó como si hubiera sido suyo, lo que creó cierta confusión. No obstante, a los minutos la FIFA rectificó y le dio el tanto al autor del centro.

Tras el gol, Diego Alonso tuvo que echar mano a la banca y recurrir a Giorgian de Arrascaeta y a Facundo Pellistri para buscar el desequilibrio en los metros finales. Luego, ingresaron Suárez y Maxi Gómez. Precisamente, este último tuvo el empate, a los 74′, pero su remate fue desviado por el arquero luso y el palo.

Los minutos finales encontraron a Uruguay volcado en busca de la igualdad. Suárez y De Arrascaeta tuvieron el empate, pero no estuvieron precisos en la toma de decisiones. Para colmo, Fernandes aprovechó su talento para meterle un túnel a Giménez, quien puso la mano. La jugada fue advertida por el VAR y el juez iraní Alireza Faghani cobró el penal. Fue el propio Fernandes el que ejecutó con maestría el lanzamiento para poner el 2-0 y asegurar el pase a octavos de final.

La derrota es un golpe duro para la Celeste, que necesita vencer a Ghana en la última fecha y que Corea del Sur no derrote a los portugueses. O si lo hace, que sea por menor diferencia que una eventual victoria uruguaya.

Portugal: Diogo Costa; Cancelo, Pepe, Dias, Mendes (42′, Raphael); Silva, Neves (69′, Rafael Leao), William (82′, Joao Palinha); Fernandes, Cristiano Ronaldo (82′, Ramos), Joao Félix (83′, Nunes). DT: F. Santos.

Uruguay: Rochet; Coates, Godín (62′, Pellistri), Giménez; Varela, Valverde, Vecino (62′, De Arrascaeta), Bentancur, Olivera (86′, Viña); Núñez (72′, Gómez), Cavani (73′, Suárez). DT: D. Alonso.

Goles: 1-0, 54′, Fernandes; 2-0, 90+3′, Fernandes, de penal.

Árbitro: Alireza Faghani (IRN). Amonestó a Neves, Joao Félix y Dias (POR); Bentancur, Olivera (URU).

Estadio Lusail. Asistieron 88.668 mil espectadores.