Universidad de Chile vive tiempos de cambio. Al margen del regreso del técnico Sebastián Miranda al fútbol joven, Azul Azul debe definir el futuro de muchos de sus jugadores, entre ellos, el arquero Cristóbal Campos.
Y es que la dirigencia no está feliz con los incidentes que envolvieron al meta, quien se vio involucrado en una disputa a golpes como el delantero Ronnie Fernández, un tema que cayó muy mal en la concesionaria del club, lo mismo que sus constantes declaraciones a través de sus redes sociales.
Por esa razón, Azul Azul llamó a terreno al jugador, quien sostuvo una reunión en la que la dirigencia le dio un ultimátum al portero para que mejore su comportamiento. El meta tiene contrato vigente con la institución.
Tras el cónclave, Campos se refirió a su cita con la regencia estudiantil. “Lo hice público, a través de mis redes sociales, que me iba a hacer siempre responsable de las situaciones que pasaran acá adentro del club, por el bien común”, dijo.
Sobre su futuro inmediato, fue escueto: “Hay que esperar al próximo año. Ahora hay unos días de vacaciones que esperamos disfrutarlas”.
Consultado acerca de los términos de su reunión, el meta entregó algunos detalles del ultimátum que recibió para que mejore su conducta. “Con la dirigencia solo conversamos situaciones que han transcurrido durante el año. Sólo eso”, afirmó.
Sin embargo, el tema de las redes sociales y la pelea con Ronnie Fernández están patentes en la conducta del futbolista, quien también debió dar explicaciones: “Me hago cargo de todas las acciones, de las malas y las buenas. Del cierre de año futbolístico y tanto las cosas personales”, dijo.
Campos no estuvo en la última citación en la derrota 4-3 frente a Cobresal, aunque el propio club salió a aclarar su ausencia. Respecto de eso, afirmó que “aclarando las situaciones dentro del club, si son transparentes hacia afuera, creo que está todo bien”.
“Espero continuar”
Sin embargo, hay muchos temas pendientes en la disciplina de los azules frente a la temporada 2023. Uno de ellos, quizás el más importante, es la llegada de un nuevo entrenador.
“Ahora vamos con días libres, junto con mis compañeros. Del nuevo técnico se encargará el gerente deportivo. Ahora solo esperar el siguiente año más que nada, para preparar lo que no se hizo tanto este año, esperamos con ansias lo que viene el próximo año”, afirmó el arquero.
Sobre sus intenciones personales, declaró que “yo espero continuar acá en la U. Me gusta ser un arquero bien competitivo, ganar partidos y poner al equipo en lo más alto, como se merece”.
Pero en el plantel tampoco quieren pasar las apreturas deportivas que han sufrido en las últimas temporadas. Así también lo cree el, hasta ahora, dueño del arco de los universitarios.
“Yo llevo dos años, y lo dije también en cancha, esta situación te genera mucho estrés. Pasamos por bastantes cosas con mis compañeros, tanto por afuera como adentro, en lo futbolístico. Fue agotador. Por eso esperamos que cada año se renueven los ambientes, los aires, para que hagamos una campaña mejor”, agregó el oriundo de Lonquén.