Este jueves, en Rancagua, se cierra (en el papel) uno de los partidos más historiados del último tiempo en el fútbol chileno. Y al tratarse de un Clásico Universitario, le da una connotación mayor a un duelo que determinará a un semifinalista de la Copa Chile 2022. La rivalidad innata entre Universidad Católica y Universidad de Chile fue tomando más efervescencia a raíz del lamentable episodio de agresión que sufrió el golero Martín Parra, que terminó con un trauma acústico tras ser recibir el impacto de una bomba de estruendo arrojada desde la barra de los cruzados. Una serie de situaciones fueron atrincherando a franjeados y azules, defendiendo los intereses particulares de cada uno, lo que ha caldeado los ánimos de cara a un duelo que se reanudará a puertas cerradas, como resabio a la violencia que se ha tomado el deporte más popular.
Los dimes y diretes se fueron dando solo instantes después de la agresión al exgolero de Universidad de San Martín. Michael Clark, presidente de Azul Azul, quien en su momento mantuvo un extenso silencio, algo que ha irritado a los hinchas del club laico, sacó la voz en el Bicentenario Elías Figueroa y exigió la clasificación de la U, que había ganado la ida en Santa Laura.
“Tiene que haber un antes y un después... No puede ser que acá se tire una bengala y este partido se suspenda y a los días se juega de nuevo. Este partido se tiene que dar por terminado; acá tiene que haber señales. Señales deportivas, señales institucionales y señales económicas. Esto no puede seguir pasando. La barra del club organizador ya tuvo problemas”, dijo el timonel. Seguidamente, cargó contra Católica y comparó el actuar de ambas hinchadas. “Con Católica viene pasando hace mucho, nuestra barra se porta increíble y nos tratan con la punta de zapato”, añadió Clark. Eso no fue todo. Incluso, denunció supuestos insultos del plantel de la UC: “Efectivamente a nuestros jugadores, cuando se iban yendo de la cancha, algunos jugadores de Universidad Católica los insultaron y les dijeron por qué se iban de la cancha, y los trataron con improperios y de manera soez y eso no corresponde”. Por contraparte, el timonel de Cruzados, Juan Tagle, abogó por la reanudación del encuentro, considerando que restan aún 86′ por jugar.
Discusión institucional por Twitter
Las redes sociales también han jugado un rol en esta discusión. Tanto así que las propias cuentas oficiales de cada club tuvieron un “cruce de visiones” acerca de si Católica se preocupó o no de Parra tras la agresión. En rueda de prensa, Sebastián Miranda manifestó: “Esperaba una reacción distinta de la UC. En el estadio no se acercó nadie a preguntar por Martín Parra”.
Vía Twitter, Juan Tagle replicó: “Lamento que el DT no haya sido bien informado, pero lo primero que hicimos junto al Gerente Deportivo cuando terminó el partido fue dirigirnos al sector del camarín visita para preguntar por el estado de Martín y estuvimos ahí hasta que se lo llevaron del estadio”.
Esto no quedó ahí. La cuenta oficial de Universidad de Chile le respondió al directivo cruzado: “Señor Tagle, si estuvo cerca de nuestro camarín, fue cuando se paró fuera de la puerta de los árbitros. Lo vimos, pero no preguntó por Martín a nuestro Presidente, Gte. General, Gte. Deportivo o DT, que muchas veces pasaron a su lado. Su preocupación no llegó al plantel”.
Mientras tanto, la cuenta de Cruzados retrucó: “Basta de tanta tergiversación e imprecisiones. Efectivamente nuestro Presidente fue a la puerta del camarín junto a nuestro Gte. Deportivo y preguntaron a varios miembros del staff sobre la salud del jugador. Permanecieron ahí hasta que se llevaron a Martín Parra... Cerramos esta pobre polémica con su cuenta institucional. Cada uno sacará sus conclusiones y qué objetivos persiguen detrás de estas acciones”.
Disculpas y amenazas
Otro protagonista de esta historia es Mauricio Isla. El Huaso fue apuntado en medio del bochornoso episodio de Valparaíso, porque el ex Flamengo no le creyó a Parra y lo increpó en la cancha. Al día siguiente, el lateral pidió disculpas mediante un mensaje publicado por Cruzados: “Quiero manifestar, a través de este mensaje, disculpas públicas por mi accionar de ayer, no dimensioné la situación que afectaba a Martín, de haberlo asimilado no hubiese actuado así. Pido disculpas a todos los que se hayan sentido afectados por mi actuar y le deseo una pronta recuperación a Martín. Para mis compañeros, para los jugadores y los hinchas, sin importar camiseta, va este mensaje de disculpas y arrepentimiento”.
Este partido ha pasado por un sinnúmero de escenarios. O sea, el duelo partió en la Región de Valparaíso, con público, y tendrá un desenlace en la Región de O’Higgins y a puertas cerradas, porque la UC está sancionada. Pero El Teniente corrió riesgo como sede. Finalmente se pudo destrabar el asunto. Mientras existían dudas sobre el recinto para albergar el clásico, la U empezó a empujar la idea de solicitar los puntos.
El Deportivo dio a conocer que los azules enviaron un oficio a la Federación de Fútbol de Chile para evidenciar su preocupación ante la duda que había sobre el estadio. Ante esto, pusieron sobre la mesa el artículo 23° de las bases del torneo: “La obligación de tener a disposición el estadio respectivo para la realización de un partido será responsabilidad exclusiva del equipo que actuare como local. En el evento que no se pudiere disputar un partido en la fecha y hora programada, por no estar a disposición el estadio designado al efecto, el club que debía actuar como local será sancionado con la pérdida del partido, otorgándose los puntos al equipo rival, el que se entenderá como triunfador, por un marcador de 3 x 0″.
En lo netamente deportivo, el que pase a semifinales enfrentará a Unión Española y saldrá a la cancha este domingo, casi de inmediato.