"¡Debes creer en ti!". El italiano Christian Eleuteri, head coach del equipo nacional de tiro, ayer desde temprano comenzó a recalcar esa idea en Francisca Crovetto. Al ver que la tiradora comenzaba a errar en su paso por la final, el italiano debió transformarse una vez más en su principal motivador, en el hermano grande, como lo llama ella, con el que ha conseguido incluso transformarse en la primera clasificada chilena a los próximos Juegos Olímpicos.
Desde que tomó los hilos del equipo nacional, algo cambió en ella. Ahora, la esquitera pelea cada final en la que participa, siendo una de las protagonistas de la disciplina en América. Y ayer lo demostró nuevamente, dejando en claro que cuando dice que vive un período de gran madurez, no son solo palabras bonitas. Así se colgó una plata panamericana que la llena de buenas sensaciones.
Porque ayer, pese a meterse como la sexta y última clasificada a la final, Fran demostró regularidad y constancia. En una definición que la tuvo siempre como una de las exponentes más duras, supo doblegar sus miedos y dudas para no fallar. Iban avanzando las rondas, completando los 60 platos de la definición por el podio, y cada vez ella tomaba más confianza. Desde el inicio fue creciendo. Siempre estuvo entre las tres primeras de la clasificación.
Era la única que se paseaba de un lado a otro, buscando su punto de concentración e intentando matar esa ansiedad que la ataca. Bebía agua, respiraba profundo, miraba el piso... Cualquier movimiento o gesto era necesario para llegar con la máxima concentración.
Pese a estar siempre con los oídos bloqueados, sabía que en la tribuna la alentaban. Miraba de reojo a la hinchada chilena que llegó a alentarla y que más tarde, dirá ella misma, fue fundamental para conseguir esta clasificación.
Su nivel se demostró al enfrentar la penúltima ronda. Allí, se jugó la plata ante la estadounidense Dania Vizzi, que erró tres de los 10 tiros. Francisca fue más efectiva, con dos desaciertos, garantizándose la plata con un carácter fortísimo.
Rival superior
Soñar con el oro era prácticamente imposible. Desde el inicio, la seis veces medallista olímpica Kimberly Rhode demostró un nivel completamente superlativo. "Es the goddess of shooting (La diosa del tiro)", dijo Crovetto de ella tras la premiación. Y es que con apenas cinco errores, la campeona de mundo llegó incluso a batir el récord panamericano en el skeet, con una final de 55 aciertos. "Tenía que pasar un huracán para que pudiese empatar el oro. A Kimberly la admiro y respeto muchísimo", dijo Francisca.
"Ahora, con la medalla en el cuello, puedo decir que nunca esperé ganarme una plata. Estuvo todo muy difícil, pero ahí me doy cuenta que tengo el poder de cambiar el presente", aseguró.
Francisca Crovetto es otra. En su cuarta final panamericana consiguió su tercera medalla. Y una de plata. Lo celebrará con la cabeza apuntando a Tokio 2020, su próximo desafío.