Los últimos hechos de violencia ocasionados por la hinchada de universidad Católica en sus partidos como local ha causado que Cruzados extreme sus medidas de seguridad. Estas han sido anunciadas a través de su sitio oficial en el que llaman a los hinchas a no llevar mochilas, bolsos y carteras al estadio El Teniente de Rancagua, lugar en el que recibirán a Ñublense (sábado, 15.00 horas).
“Desde este sábado y dados los acontecimientos y episodios de violencia que hemos vivido durante esta temporada en nuestros partidos de local, hemos determinado como medida extra de seguridad, entre otros reforzamientos, no permitir el ingreso al estadio El Teniente de Rancagua de elementos como mochilas, bolsos o carteras”, señala el comunicado de la UC.
“Esta determinación apela a la seguridad de los espectadores y que todos nuestros abonados, abonadas, socios y socias vivan una experiencia grata en torno a un partido atractivo como el que esperamos vivir ante Ñublense de Chillán, esto se agrega a otras medidas como no autorizar elementos de animación, refuerzo en las revisiones y controles de acceso además de una mayor dotación de guardias de seguridad. Todo en el afán de brindar aun más seguridad a todos quienes ese día estaremos en el estadio”, continúa el informativo.
Además aclararon que esta es “una medida habitual en importantes estadios y eventos internacionales” y que se extenderá en los partidos de local por lo que resta de competencia. “Apelamos a la comprensión de todas y todos porque esto, reiteramos, irá en directo beneficio de la seguridad de quienes asistirán al juego”, explican.
“Desde ya agradecemos la colaboración para que esta medida se implemente de la mejor manera y sea una determinación efectiva en el corto, mediano y largo plazo para poder volver a disfrutar de nuestros partidos sin hechos que impliquen sanciones de ningún tipo”, añaden.
“No lo olvides, a Rancagua este sábado vamos ¡sin mochilas, sin molsos y sin carteras!”, cierra el comunicado.
El recuerdo del clásico universitario
Esta medida tiene directa relación con lo sucedido el pasado 28 de septiembre en el marco del partido de revancha contra Universidad de Chile por la Copa Chile. Dicho encuentro se debió suspender a los 5 minutos después de que le lanzaran una bomba de estruendo al portero azul Martín Parra quien terminó con un trauma acústico, teniendo que abandonar el estadio en ambulancia para ser trasladado a un centro asistencial en Santiago.
Cabe recordar que este compromiso se debía jugar sin público, ya que la Católica estaba sancionada con dos juegos de la Copa Chile por los incidentes ocurridos en el partido con Audax Italiano y que significó el cierre de San Carlos de Apoquindo para su remodelación.
Además, en el informe de Carabineros constató que “se detectó la poca rigurosidad del personal de seguridad en la revisión de los asistentes lo que permitió el ingreso e instalación de lienzos sobre lo permitido por norma, así como también permitió el ingreso de fuegos de artificio por parte de hinchas de Universidad Católica”.
A su vez, dan cuenta que tras la detención del barrista que lanzó la bomba de estruendo, personal del OS13 se percató que otro individuo salió corriendo y tiró una mochila al suelo. Al detener al sujeto, y realizando un control de identidad, se revisó el elemento y se encontraron 20 cartuchos de fuegos de artificio sin activar.