Con una cosecha de 132 medallas (38 de oro, 34 de plata y 60 de bronce), el Team Chile se despidió el viernes de los Juegos Sudamericanos de Cochabamba. Algunas horas antes de tomar el avión de regreso a Santiago, el presidente del COCh, Miguel Ángel Mujica, se da un tiempo para conversar con La Tercera, para hacer balance.
¿Objetivo cumplido en Cochabamba?
Sí, yo creo que está sobrepasado el objetivo. Nosotros teníamos la meta de los 27 oros de 2014 y la verdad es que, quiero ser bien franco, no esperábamos nunca las 38 medallas. Nuestras expectativas eran menores. Superar las 27, eso lo teníamos claro, pero 32, 34, nunca 38. Porque además hubo algunas potenciales medallas que no fueron, incluso antes de que llegáramos, como la de (Felipe) Aguilar y Karen Gallardo. Pero nacieron otras medallas, como la de pelota vasca o el rugby, que es mi deporte y me sorprendió muchísimo, porque era una presea de Argentina y, en fin, nosotros íbamos a pelear la plata con Uruguay. Entonces, las expectativas superadas totalmente, el objetivo más que superado y el orgullo de tener unos deportistas que lo entregaron todo.
¿Hicieron las proyecciones a la baja para poder superarlas fácilmente o de verdad les sorprendieron los deportistas?
No, no, no, la unidad técnica metodológica, cuando nos hizo el planteamiento, nos dijo los podios posibles, las platas con cara de oro, y los oros, aunque nunca hay un oro seguro. Ahí tienes el caso, por ejemplo, de Ricardo Soto o de la Pancha Crovetto, que eran potenciales oros, pero se perdieron. O en Pentatlón, que salimos cuartos con una pareja que si no era para oro pintaba para plata. Y me dolió porque los vi correr...
¿Cuáles diría que fueron los puntos más altos y más bajos del Team Chile en los Juegos?
No sé si decir los puntos más altos, yo diría los más emocionantes realmente, los que saltamos de alegría.
¿Con cuál se emocionó más usted?
Me emocioné mucho con el fútbol, claro, y me emocioné muchísimo con el rugby, muchísimo. Llevo más de 30 ó 40 años en el rugby y nunca en la vida habíamos tenido oro enfrentando a Argentina y enfrentando a Uruguay. Después también destaco compromisos como los de Yasmani (Acosta). Cuando yo hablé con Yasmani, me dijo: 'Yo tengo el oro'. Y yo le dije: 'Mira, hay que pelear'. Y me dijo: 'No, no'. Y cuando fui a ver la final y vi cómo pescaba a un hombre de 130 kilos y lo daba vuelta como cuatro veces, ahí me di cuenta de que lo que decía realmente era verdad. Esa convicción me sorprendió mucho. También está el combate del Nacho Morales, que nos querían robar por ahí y no se lo pudieron robar. Fue muy impresionante.
Pero le robaron a Chile una medallas en equitación ¿no?
Bueno, sí, lo de la equitación es un largo cuento, pero ahí es donde yo señalo que es muy importante que los chilenos tengamos jueces. Tenemos que hacer cursos internacionales para tener jueces en todos los deportes. Y también es muy importante que los dirigentes chilenos se metan en el mundo sudamericano; presidente, secretario general... eso es muy importante. Porque no voy a nombrar, pero hay países importantes que su gente domina casi el 50% de las confederaciones sudamericanas. Y uno entiende de repente por qué hay algunas decisiones que no dependen directamente del deportista. A veces no depende sólo del deportista ganar el oro, sino que hubo algo en el congresillo o en la resolución técnica que le favoreció y que dio paso para que pudiera ganar la medalla.
Uno de los puntos altos fue sin duda el remo. Mirando el medallero, ¿cree que Chile tiene demasiada dependencia de un puñado de deportes?
Bueno, todos los países tienen prioridades. Argentina estaba muy tranquila porque tenía cuatro medallas en la pelota vasca y resulta que se les cayó una con un boliviano. Los venezolanos tenían mucha claridad con la lucha y sacaron seis medallas, entonces nosotros también tenemos tranquilidad con el remo. Pero eso pasa en todos lo países, ojo. Incluso Brasil apuesta mucho por el atletismo. Colombia es más estable dentro de todos los deportes, y eso es lo que tenemos que hacer nosotros. Nosotros partimos por priorizar, pero vamos a tener que ir superando la meta de las priorizaciones y acercarnos más a puntos reales donde podemos encontrar podios. Y eso lo tenemos que hacer pensando en 2023.
¿Es posible sacar conclusiones absolutas considerando que algunos países dejaron deportistas top en casa? ¿pueden entregar estos Juegos la medida real de Chile?
Mira, cuando estás con los grandes, te pueden decir que en algunos deportes no vinieron con todo. Porque en pelota vasca, por ejemplo, Argentina venía con todo, con un equipo mundial, pero en otros, cuando les va mal dicen que vienen con el equipo B. Yo estoy acostumbrado a eso porque en el rugby pasaba. Y te quiero señalar que incluso el equipo con el que empatamos a 12 en rugby, salieron de la competencia, perdieron, pescaron un avión y se fueron a Londres al World Seven Series. Cinco de 12 jugadores. Entonces, cuando me dicen que son equipo B, son más bien A-B. No sé, aquí vienen a jugar y aquí vienen a ganar. Aquí que no me venga a decir Argentina que salió cuarto y que podría haber salido primero, porque no tenía. Porque Argentina con el equipo A-A tampoco sale primero.
Había muchas suspicacias con respecto a la sede. ¿Terminaron dejando al final los bolivianos la vara demasiado alta incluso para Santiago 2023?
Yo como secretario general de Odesur, desde noviembre o diciembre venía cada 15-20 días y esto no funcionaba. Se lo dije a la prensa, se lo dije a la asamblea de presidentes, que aquí realmente estábamos a 30 días y estaba el 30% listo, el resto no estaba. Y yo profesionalmente como ingeniero te podría decir que desde el punto de vista de construcción no sé cómo lo hicieron, pero los recintos son espectaculares, de nivel mundial, y espero que sean un legado positivo para Bolivia y que no estén botados en seis meses más. Creo que hicieron una muy buena presentación. Yo me voy sorprendido porque al final pudimos hacer unos Juegos espectaculares. Estaban todas las graderías llenas de gente y la implementación deportiva funcionó. Con mucho esfuerzo, pero funcionó. Con fórceps, pero todo salió.