Rebelión contra el imperio Felicevich

Yerco Oyanedel

Varios padres denuncian las malas prácticas del agente argentino para conseguir representar a futbolistas jóvenes y las consecuencias que sufren quienes no las aceptan. Twenty Two no se pronuncia sobre los escándalos ventilados por Guarello en La Tercera: su presión para captar jugadores y la connivencia que recibe de los clubes e incluso la selección.



"Cuando lo dejó, desapareció de la Sub 20"

Jorge Oyanedel es el padre de Yerco (18), lateral izquierdo juvenil de Universidad Católica. Asegura que a su retoño, tras haber salido del corral de Fernando Felicevich hace un año, se le cerraron las puertas en el primer equipo. Hoy, el pase de Yerco pertenece a AIM.

¿Por qué firma con Felicevich?

Fue antes del Sudamericano Sub 15 en Colombia. Yerco lo hizo por un tema de afinidad que tenía con gente que trabajaba en esa oficina. Cuando dejó a Fer, se complicó todo.

¿Por qué cambia a AIM?

Yerco no se llevaba bien con Melón (Daniel Behar). No gestionaron como se debía un tema en particular. Pero desde ese momento cambió todo en la UC.

¿Qué cambió en la UC?

Pasaron muchas cosas. De ser un jugador muy considerado, pasó a ser casi inexistente.

¿En ese momento la UC lo dejó de considerar?

Sí, totalmente. El Pato Ormázabal no le hablaba, ni lo saludaba. Saludaba a todos los juveniles menos a él. Nunca más tuvieron una conversación. El mismo Tati, que siempre le hablaba, se vio raro. Yerco notó que no era lo mismo. Porque futbolísticamente hablando, Yerco me decía que andaba bien, que los profes se lo decían. El único que lo respalda es Darío Sala. Antes eso no pasaba, antes todos querían que jugara.

¿Afectó en sus citaciones a la Selección?

Sí, totalmente. Cuando Yerco dejó a Felicevich influyó de inmediato en su aparición en el Sudamericano Sub 20 que se jugó acá. Héctor Robles le dijo a Yerco que lo tenía considerado para llevarlo al Sub 20. Cuando dejó a Fer, desapareció de la nómina Sub 20. Apareció Ibacache y todos sabemos que a Ibacache lo tomó Fernando.

¿Qué hará Yerco?

Le dije que tiene que pelearla y darle la vuelta la mano al entrenador, aunque no lo quieran poner. Y que aguante lo que más pueda. Si ya ve que está muy difícil la cosa, tendrá que emigrar.

¿No saldrá del club?

Lo viene pensando. Lo más probable es que a mitad de año pueda salir. Se dio una oportunidad de salir a principio de 2019 y Quinteros dijo que no, que se quedara a pelearla. Pero no le ha dado la oportunidad. No pasa por un tema de rendimiento. También conversé con el Piri Parraguez y casi nos ponemos a pelear. Parraguez me decía que era una decisión técnica, pero yo le dije que era imposible. Porque yo sé que uno entra a la oficina de Fer y ve una camiseta de Parraguez.

Edgardo Abdala: "Tenía que estar con él o no iba a jugar más"

Edgardo Abdala, ex futbolista, incluso de Huachipato, y actual entrenador de Hualqui, de Tercera, es el padre de Joaquín, uno de los jugadores, que, según ventiló Juan Cristóbal Guarello en su columna de ayer en La Tercera, fue presionado para firmar por Fernando Felicevich.

¿Cómo fue esa presión?

El técnico de la Sub 20 vio a Joaquín contra Colo Colo. Héctor Robles habló con él durante 40 minutos, le dijo que lo quería llamar a la Selección. Después de eso, me llamaron de Huachipato. Fue Cristián Paulucci, para decirme que no podía estar más con AIM y que tenía que estar con Felicevich; que si no, no iba a jugar más. Que no le parecía, pero que tenía que decírmelo. Y que si yo no hubiese sido ex jugador de Huachipato, no me habría enterado.

¿Y usted qué hizo?

Le dije que no estaba de acuerdo. Al principio, uno no lo ve tan mal, porque es Felicevich, pero estábamos con otra empresa que se estaba portando muy bien, que nos hablaron de ir a México. Terminamos aceptando. AIM entendió y dijeron que no era la primera vez que les pasaba.

¿Y ahora por qué quiere dejar la firma de Felicevich?

Vino un tal Fabián a Monte Águila. A Joaquín le ofrecieron ropa, teléfono. Llevo ocho meses tratando de hablar con él. Intenté contactarlo para dejar Huachipato, porque existía la opción de ir al fútbol mexicano, y nunca me contestó al teléfono. Le mandé mensajes y tampoco. Me dijo que no se gastaba más con el tema, que para eso estaba Jorge Correa (gerente de Huachipato). Por eso decidí hacer público ahora todo esto.

Joaquín ya no juega en Huachipato. No está considerado en su categoría y lo mandaron a entrenar con jugadores menores, ¿no?.

Joaquín empieza a incurrir en actos de indisciplina para que lo echaran. Hasta el punto que un día quiso llegar ebrio, con ese objetivo. Yo lo conozco, él no es así. Cuando el jefe técnico, Juan Luvera, lo vio, lo llevó a una oficina y le dijo: 'No pasa nada, quédate tranquilo; jugadores como tú se pueden pegar mil cagadas'. Antes lo castigaban porque tiraba una pelota lejos. Joaquín me pidió ayuda. 'Sácame, mi cabeza va a explotar', me decía. Fue justo en la semana en que se había matado un chico de Iberia. Partí a Concepción soplado, salimos a comer. Pasó un mes postergado. Me decía los lunes que no iba a ir citado a los partidos. Lo tengo con sicólogo y siquiatra, porque tiene problemas de autoestima, rasgos depresivos. Llegan a este extremo. No son quiénes para decidir qué chicos pueden soñar con ser futbolistas.

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