¿Cuándo se juega? El desorden que enfrenta la ANFP en las fechas clave para la temporada 2025 que irrita a los clubes
Con el nuevo calendario ya en marcha, en Quilín aún no resuelven varias situaciones inherentes al desarrollo de la temporada. La situación abarca al profesionalismo y, también, a las divisiones inferiores. El paro convocado por el Sifup agrava el escenario.
El 2025 ya está en marcha. El nuevo calendario renueva ilusiones y, paralelamente, plantea desafíos y compromisos. El fútbol chileno no escapa a esa lógica. De hecho, tiene un evento de alto nivel en el calendario: el Mundial Sub 20 que la FIFA le entregó como compensación al desaire en la organización del adulto de 2030, en la que Chile formaba parte de la postulación original de Sudamérica para albergarlo. Finalmente, Argentina, Uruguay y Paraguay se repartieron una singular jornada inaugural. La parte importante del torneo se realizará en España, Portugal y Marruecos. Otra singularidad, por cierto.
El certamen juvenil tiene fechas. Partirá el 27 de septiembre y terminará el 19 de octubre. Esa definición, al menos, es una de las claridades que ofrece la planificación futbolística para la temporada entrante. También está claro que se jugará en Santiago, Valparaíso, Rancagua y Talca.
¿Cuándo empieza el Campeonato Nacional? El desorden que enfrenta la ANFP en las fechas clave para 2025
Sin embargo, en la planificación hay una serie de indefiniciones, que se agravan aún más con el paro convocado la semana pasada por el Sifup. La coronación de Colo Colo y Universidad de Chile, en el Campeonato Nacional y en la Copa Chile, respectivamente, dio paso a la natural expectativa por una Supercopa de alto vuelo. Sin embargo, también generó el último lío de 2024, extensible plenamente al curso que recién comienza: donde se jugará y, mientras más se estire la incertidumbre, cuándo, finalmente, se realizará el compromiso.
Hasta el momento, la única claridad que hay es la fecha: 25 de enero. Después, el rechazo sistemático de las ciudades que han aparecido como opciones para recibir la final única que pretende la ANFP, entre las figuraron La Serena y Temuco, plantea una seria dificultad. La ciudad papayera sigue en pie como opción, aunque con serias restricciones en materia de seguridad. Este lunes, se volverán a reunir las autoridades para intentar definir el cotejo.
En su momento, Aníbal Mosa, el presidente de Colo Colo, sugirió un camino para evitarla: partidos de ida y vuelta, solo con la concurrencia de público anfitrión, en el estadio Nacional y en el Monumental. El orden está dado por la pretensión alba de definir en casa. La U pretendía, naturalmente, lo contrario.
El Campeonato Nacional y la Copa Chile tienen fechas. En el primer caso, el Consejo acordó comenzarlo el 15 de febrero. Se mantendrá el formato de 30 fechas, todos contra todos. Tampoco se tocará el sistema de clasificación a las copas internacionales. La Primera B partirá una semana después. Sin embargo, aún no se conoce el orden de los partidos. Recién la próxima semana se conocerá el calendario en detalle y se resolverá una de las preguntas que a los hinchas más les interesa resolver: cuándo se jugarán los clásicos de la temporada.
El inicio de la Copa Chile está previsto para el mismo fin de semana en que está fijada, inicialmente, la Supercopa. Para este viernes estaba fijado el sorteo, pero hasta este jueves nadie sabía el horario en el que se ejecutaría. Se implementará una fase de grupos, con la finalidad de aumentar los encuentros en la temporada, uno de los déficit que ha advertido la gestión de Pablo Milad. Solo participarán equipos de Primera División y Primera B. Después de la fase de grupos, vendrán duelos de eliminación directa.
Entre los clubes están molestos. Entre los presidentes manifestaron que el desorden que mostró la ANFP les impedía planificar sus calendarios. Más cuando los costos de los viajes a regiones, de los equipos de las zonas más extremas, se elevan por la cercanía de las fechas a considerar. “Nadie dice nada y recién la próxima semana se verá el fixture”, dice un equipo de regiones.
Amenazas latentes
El Sifup activó la guerra después de la decisión del Consejo de Presidentes de definir la Segunda División como un torneo Sub 23. La entidad que preside Gamadiel García considera que la decisión es un abierto perjuicio para el gremio que lidera y había advertido en varias ocasiones de que existía un acuerdo entre las bases que componen la organización para paralizar la actividad si persiste la medida.
El profesionalismo ofrece otro atisbo de incertidumbre. Aunque la Primera Sala del Tribunal de Disciplina resolvió la disputa entre Deportes Concepción y Melipilla restándole tres puntos a los Potros en el próximo torneo, los lilas han dicho en todos los tonos que agotarán las instancias que les quedan para jugar en Primera B este año. Es decir, para que la resta se produzca en la tabla de 2024, lo que, teóricamente, les daría el ascenso. La más próxima es la Segunda Sala de la corte deportiva local, aunque el problema se acrecentaría en el caso de que la controversia se prolongue en el TAS. Por la intensidad de la disputa, es perfectamente posible que cualquiera de los que se sienta afectado concurra al máximo tribunal deportivo, con sede en Lausana, Suiza.
Hay una última materia que resolver, igualmente controvertida: el futuro de las divisiones inferiores. La sola mención de una contracción en las categorías generó revuelo y hasta marchas. El compromiso público de Milad de no tocarlas, bajó la tensión. Sin embargo, la ANFP sigue explorando caminos y los clubes siguen presionando, bajo la premisa de ahorrar recursos en el ítem. Se pretende que de los cinco mil millones que representaba en gasto, ahora bordee, como máximo, los $ 3.500 millones. La discusión, otra vez, está radicada en los formatos, la distribución de los equipos y el carácter regionalizado o nacional de la competencia. Esa materia se zanjará en otro consejo, el miércoles 15.
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