En otras circunstancias, la Copa América 2024 no hubiese generado la misma expectativa respecto a la selección chilena. El gran torneo de selecciones de este lado del mundo parecía un desafío extraño, tal vez lejano, donde las dudas le ganaban a las certezas hacia la Roja. Porque el juego de Chile no convencía, los resultados no acompañaban y existía un evidente cortocircuito entre el equipo y los hinchas. Es cosa de recordar las pifias que recibió Eduardo Berizzo durante los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, en los cuales la Sub 23 obtuvo la medalla de plata.

Dicen que el fútbol es un estado de ánimo. Y la realidad de la Selección le hace sentido a ese concepto, ya que el panorama giró en 180°. De a poco, el pesimismo le da paso a la esperanza. Volver a creer en el Equipo de Todos. Este cambio se da con el desembarco de Ricardo Gareca al combinado nacional. Con tres partidos dirigidos, el Tigre le ha dado un viraje a la Roja. Más allá de los resultados, que han acompañado (victorias sobre Albania y Paraguay, más una derrota estrecha ante Francia, el subcampeón del mundo), el hecho de que Chile comience a forjar un estilo y a rememorar pasajes de los tiempos gloriosos permiten alimentar un horizonte más halagüeño.

El amistoso del martes pasado, ante la Albirroja, se jugó con aforo completo en el Estadio Nacional: 45 mil personas. Es un síntoma de recuperación.

Si bien el objetivo número uno de Gareca y su cuerpo técnico es clasificar al Mundial (en septiembre se reanudan las Eliminatorias), la Copa América de Estados Unidos es un desafío que se toma en serio, para seguir carburando al equipo: una mezcla entre la vieja guardia (Claudio Bravo, Mauricio Isla, Alexis Sánchez y Eduardo Vargas) y algunos valores jóvenes que sobresalen (Darío Osorio). En el medio, un importante grupo de jugadores, entre 24 y 30 años, que tiene que asumir otro grado de responsabilidad (Paulo Díaz, Gabriel Suazo, Diego Valdés y Víctor Dávila, por ejemplo).

En la noche de este domingo, la delegación chilena se embarcó rumbo a Estados Unidos, un lugar que inevitablemente trae grandes recuerdos. En el gigante de Norteamérica se consiguió el bicampeonato de América hace ocho años, en aquella inolvidable e infartante definición a penales contra Argentina. La segunda estrella de la Generación Dorada, que provocó el retiro de Lionel Messi de la Albiceleste (después, la Pulga volvió y se tomó revancha). De aquel plantel de Juan Antonio Pizzi, se mantienen cinco jugadores: Bravo, Sánchez, Vargas, Isla y Erick Pulgar. Para los primeros cuatro, será (presumiblemente) la última Copa América, por un tema de edad. En el caso del portero Claudio Bravo, tendrá su séptima edición a los 41 años.

La nómina

Ricardo Gareca es un entrenador que, generalmente, es de mantener las bases que conforma. Por lo mismo, no hay tantas novedades considerando su primera convocatoria como seleccionador nacional, para la gira en Europa. El pasado jueves se oficializaron los 26 nombres del plantel para la Copa América (se completó el máximo permitido por reglamento, pese a las dudas que existían en la previa), cuyo promedio de edad es de 28,8 años. Hay un alza de 2,1 años respecto a la última nómina del anterior entrenador, Eduardo Berizzo.

En la plantilla sí hay una marcada diferencia con la última Copa América, en 2021. En aquella ocasión, en una cita cuya realización estuvo influenciada por la pandemia, Martín Lasarte (flamante nuevo DT de Nacional de Uruguay) pudo llevar a 28 jugadores. De aquella larga lista, apenas nueve van a Norteamérica con el ex DT de Perú. Ellos son Claudio Bravo, Mauricio Isla, Eduardo Vargas, Ben Brereton, Gabriel Arias, Marcelino Núñez, Guillermo Maripán, Alexis Sánchez y Erick Pulgar.

Nada menos que 19 de los 28 no se repiten, lo que refleja los cambios en la Roja, ya sea por el aparente fin de ciclo de algunos, como por la pérdida de espacio de otros. Esta lista es la siguiente: Gary Medel, Francisco Sierralta, Eugenio Mena, Tomás Alarcón, Charles Aránguiz, Arturo Vidal, César Pinares, Enzo Roco, Jean Meneses, Pablo Galdames, Daniel González, Felipe Mora, Sebastián Vegas, Claudio Baeza, Pablo Aránguiz, Carlos Palacios, Luciano Arriagada, Clemente Montes y Gabriel Castellón (el tercer arquero de esa nómina).

La intensa ruta copera

El reglamento de la Copa América es claro y estricto respecto al cronograma de las selecciones. Chile, como los otros 15 elencos, deberá llegar a la ciudad sede de su primer partido como mínimo cuatro días antes del encuentro. Cabe recordar que la Roja se estrena el viernes, ante Perú, en el AT&T Stadium de Arlington. Y la normativa también contempla que las delegaciones deberán viajar a la próxima ciudad al día siguiente al partido jugado, lo que hace de la competencia un evento altamente itinerante.

Entonces, tras el juego ante los peruanos, la Roja toma rumbo hacia Nueva Jersey. El martes 25 será el choque ante Argentina, en el MetLife Stadium de East Rutherford. La última estación en la fase de grupos será en Florida. El sábado 29, Chile enfrentará a Canadá, en el Inter&Co Stadium de Orlando, uno de los recintos con menos capacidad que albergará la Copa (25.500 espectadores).

El reglamento también menciona que las delegaciones deberán dejar la ciudad sede el día siguiente a la finalización de su participación. El deseo es que esto suceda lo más tarde posible.

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