Gran Bretaña logra lo impensado. Pone en aprietos a Suecia, el máximo aspirante a quedarse con el oro en el curling femenino. El marcador está 6-6 y es necesario ir a un extra end (así se denomina a las fases en que se divide una partida). Ahí empieza la polémica.
En la ronda de desempate, le toca empezar a las británicas. Eve Muirhead, la encargada de deslizarse con la piedra en su mano antes de entregarla a las barredoras del equipo, se toma su tiempo. Cuando lo efectúa, se enciende la luz que está en la misma piedra y que indica que ha cruzado la línea roja que delimita la distancia máxima para soltar la piedra de granito. Por lo tanto, su equipo pierde por descalificación y el triunfo es para Suecia, quienes sellan su victoria con un lanzamiento protocolar (8-6).
Los alegatos empezaron de inmediato. La árbitro Susie Czarnetski descansaba en la seguridad de la tecnología deportiva y no se inmutaba. Hasta que una de las jugadoras empezó a apuntar a una de las pantallas del Gangneung Center.
Las repeticiones demostraban claramente que Muirhead había soltado la piedra antes de llegar a la línea roja. Pero la árbitro no podía dar marcha atrás, pues en el curling no se puede revertir un cobro por ayuda de tecnología ajena a la especialidad.
Lo único que pudo hacer la organización es que Rae Kells, jefe de arbitraje del curling en Pyeongchang, bajara a pedirle disculpas a las perjudicadas.
"Cuando ves todas las repeticiones y te das cuenta de la injusticia, es difícil de tomar", decía Muirhead, tras la inmerecida derrota. Pero el tema no quedó ahí. La propia jugadora siguió encendiendo la mecha en Twitter, donde publicó una de las repeticiones que demostraba el fallo tecnológico, acompañada del mensaje "mmm....".
Desde el domingo, día del partido, las británicas empezaron a pedir la implementación del VAR en el curling. La primera en manifestarse fue Jackie Lockhart, tetraolímpica por Gran Bretaña en el deporte en cuestión."Todos los deportes están progresando en ese sentido y quizás nosotros también tenemos que incorporar la ayuda del video. Es algo que la federación tiene que analizar", dijo en BBC.
Glenn Howard, entrenador del equipo británico femenino, se sumó a la opinión de Lockahrt: "Sólo he visto una repetición y Eve soltó la roca antes de la línea. Lo único en lo que puedo pensar es que Eve soltó la roca , cruzó la línea y tocó el mango con su dedo en el mango y activó la luz, y lo que sancionan es un toque doble, pero eso es imposible. El jurado dice que las luces estaban funcionando perfectamente y luego piden disculpas. Son dicotomías que se ahorrarían con la ayuda del video".
La Federación Mundial de Curling no se ha manifestado al respecto, pero admitieron el error apenas lo cometieron. Así, el curling se convierte en otro deporte que ve en el VAR el ineludible remedio para sus vacíos reglamentarios. Así puede llegar muy pronto a una disciplina que tiene casi 400 años de historia.