Definitivamente el cambio de gobierno renovó las esperanzas de los ejecutivos de ASO, la productora que organiza el Rally Dakar.
En noviembre de 2017, cuando todavía era candidato, el Presidente Sebastián Piñera reconocía las conversaciones con la empresa francesa para que la prueba retorne a Chile después de cuatro años.
Hace unos días, la flamante ministra del Deporte, Pauline Kantor, se mostraba abierta a recibir la prueba y negociar: "Quiero enfatizar que las externalidades positivas que tiene este tipo de eventos son importantes, porque es una vitrina al mundo. Aporta turismo y creemos que es una reactivación para el norte del país y todas esas cosas hay que meterlas en el análisis".
Con esos antecedentes, aterrizó en Santiago Etienne Lavigne, el director de la competencia. Su misión: comenzar a allanar el camino para que el evento vuelva al país. Desde el Mindep, están al tanto de la visita del ejecutivo francés, y esperan que se concrete una reunión, aunque todavía no han recibido una solicitud formal.
Eso sí, el Mindep no sería la única parada de Lavingne, pues también hay intención de visitar otros ministerios, como Hacienda y Economía, para desplegar la propuesta.
De todos modos, la idea de ASO es concretar un viejo anhelo: un rally que recorra el Pacífico, uniendo a Chile, Ecuador y Perú.
En ese contexto, los europeos quieren convencer al gobierno ofreciéndole al país la largada de la prueba que, de acuerdo a la experiencia, es el momento más importante y el que deja mayores retornos económicos, ya que los equipos llegan con varios días de antelación.
Como históricamente ha ocurrido en estas conversaciones, el costo del fee es el punto más álgido y es ahí donde se centrará el énfasis de la negociación. Trascendió que ASO solicitará una cifra cercana a los US$ 6 millones, una cantidad que La Moneda espera rebajar.