Daniel Morón baja rápidamente desde el sector Rapa Nui del estadio Monumental. Colo Colo le acaba de ganar a Alianza Lima, en su segunda victoria consecutiva en igual número de jornadas de la Copa Libertadores, un registro que un equipo chileno no alcanzaba hace diez años y al gerente deportivo de Blanco y Negro se le ve contento y tranquilo.
La segunda sensación le durará apenas unos cuantos segundos. Ni bien llega al hall del recinto albo, los hinchas se le abalanzan. Morón no es solo el principal encargado de las decisiones deportivas en el Cacique. De hecho, muchos de sus interlocutores ni siquiera repararán en ese rol. Hace casi 31 años, fue un actor principal en la consecución del título de la Copa Libertadores, el trofeo que en Macul añoran con llevar de vueltas a sus vitrinas. Varios niños que, con seguridad, ni siquiera lo vieron jugar, se le acercan. Algunos, de las manos de sus padres, que sí vistieron el traje amarillo que el exgolero popularizó.
“Jugamos un gran partido. Lamentablemente, quizás terminamos un poquito sufriendo más de la cuenta, por todo lo que se generó Colo Colo, los palos, las oportunidades clarísimas y no lo pudimos terminar mucho antes. Era muy probable que sucediera. Es parte de lo que se puede mejorar, pero vi un equipo intenso, que presionó. Me gustó mucho, más allá de que faltó un poco en la definición”, resume respecto de la victoria sobre el equipo peruano, sin esconder cierta preocupación por el angustioso desenlace del compromiso, que terminó con una victoria para el Cacique mucho más estrecha que lo que reflejó el trámite del partido.
¿Supone el segundo triunfo en la Copa Libertadores un espaldarazo a su gestión? Usted trabajó decididamente en la conformación del actual plantel.
No. No es mi gestión. Esta es la gestión de un grupo de gente que se alinea. Cuando todos somos capaces de enfocarnos en el club, en el bien común, somos capaces de hacer estas cosas. Creo que en el fútbol chileno, en los últimos 15 años, no hay un equipo que haya comenzado la pretemporada con el plantel cerrado como pasó este año en Colo Colo. Que hayamos realizado una pretemporada, con los partidos amistosos que tuvimos, que fue la solicitud del técnico y donde nos alineamos todos para que eso sucediera, porque pensamos que era lo mejor que nos podía pasar. Es parte de la explicación. Lo de ahora es un reflejo de todo lo que hicimos anteriormente.
Costó que sucediera, ¿Qué tuvieron que hacer para que Blanco y Negro, finalmente, se alineara y se dieran los resultados que hoy se ven?
Que los directores, de cierta manera, entendieran un poco las solicitudes que yo les llevaba, que eran compartidas con el técnico. En algunos casos, a veces, era difícil. A veces teníamos puntos de vista diferentes.
¿Cuál era su rol en ese escenario?
Mi misión era, a veces, convencer. Se alinearon ellos, el cuerpo técnico también. Había cosas que se podían y otras que no. Hoy estamos disfrutando de todo aquello. De todos los esfuerzos que hicimos, por un lado. Y de todo lo que, a lo mejor, ellos querían y no lo pudieron tener, pero que, al final de cuentas, cuando las energías se enfocan en un solo punto, pasa lo que nos está pasando. Esperemos que éste sea un largo camino por recorrer.
En Colo Colo parece que nunca puede haber calma y ya han salido voces respecto de cambios en el directorio de Blanco y Negro. Por ejemplo, de que hay gente que no quiere que usted siga al mando de la gerencia deportiva.
No me voy a referir a eso. Lo único que puedo decir es que tengo contrato hasta el 30 de abril y, como dice, no sé que vendrá para Colo Colo. Espero que sea lo mejor. Estando o no estando yo, siempre voy a privilegiar que a Colo Colo le vaya fantásticamente bien.
¿A usted le gustaría seguir?
Tengo contrato hasta el 30.