Daniel Schapira golpeó la mesa. El segundo mayor accionista de Azul Azul, quien se integró a la mesa directiva en 2013, decidió renunciar a los cupos que le entrega la concesionaria. Lo hizo a través de una carta, enviada con fecha 26 de enero.
Lo cierto es que Schapira goza del 21,44 por ciento de las acciones del club laico. Ese monto le permite tener dos cupos en la mesa, que los ocupaba él en su rol de vicepresidente del club y su hijo, Eduardo Schapira. Durante su periodo, que duró cerca de siete años, los Schapira participaron en la Comisión Fútbol. Ambos anunciaron su salida dejando en claro su molestia por la forma en la que se están tomando decisiones en La Cisterna.
Al ser contactado por El Deportivo, Daniel Schapira confirmó su salida del club: “Sí, es efectivo. Tenemos diferencias profundas de cómo se está llevando el club”, señaló.
Schapira se muestra autocrítico. Más allá de su comentada renuncia, el empresario reconoce que su paso por la U no fue positivo. En casi siete año, el club acumuló pérdidas por casi 21 mil millones de pesos. Participó en diferentes comisiones fútbol que no tuvieron el resultado esperado. “Me voy bien dolido, porque yo no entré a la U para esto. No me fue bien, no nos fue bien. Las cosas no las hicimos bien por distintos motivos. De eso me siento muy partícipe. Lo que sí puedo decir es que le pusimos todo el empeño del mundo. Uno se va un poco dolido”, dice.
Daniel Schapira asegura que su decisión la viene meditando hace meses. “Esto no se toma de un día para otro”, comienza diciendo. “No están haciendo las cosas como uno espera. No significa que sea bueno o malo, pero no podemos seguir avalando decisiones que no te consultan. Lo hablé en su momento con Clark y Aubert, pero solo te tranquilizaban”, dice a este medio. “¿Qué opino de Clark y Aubert? Sin comentarios”, dice de manera tajante.
Al ex director de Azul Azul se le escucha molesto. Ahonda más en sus quejas: “No se consulta nada. Nos enterábamos por la prensa de todo. Una cosa es hacer parecer que te consultan y otra cosa es que te consulten. Las decisiones ahora son menos participativas que antes. Ahora son tres o cuatro personas las que toman las decisiones y el resto solo tiene que sonreír”, agrega el ex director azul.
En la concesionaria, sin embargo, responden a las acusaciones. Al mismo tiempo en el que agradecen los años en el que la familia Schapira participó en el club, explican su modelo de trabajo. “Como ya se ha explicado pública y privadamente, en reuniones de directorio anteriores, esta administración promueve un nuevo plan de organización interna, que apunta a la modernización, profesionalización y una verdadera especialización de su estructura de trabajo. Esto implica el empoderamiento de funcionarios y las áreas que están bajo su cargo, para tomar decisiones que únicamente buscan el beneficio de la U, donde el directorio, respetando la legalidad y el marco de sus atribuciones, participa en las grandes decisiones”, señalaron en un comunicado.
Lo cierto es que lo que generó la molestia en el empresario fue la poca consideranción que acusa se tuvo con los miembros de la mesa al momento de tomar decisiones, ya sea cuando se realizan fichajes o para definir estrategias que está realizando el club en diferentes áreas de la institución. La llegada de Roggiero, por ejemplo, nunca la avaló. “No me preguntaron por la llegada de Roggiero. Ojalá haga las cosas bien. Si hubiese tenido que optar, quizás no optaba por Roggiero. Hubiese elegido a alguien que conozca más el medio. Creo que hay elementos que se dejaron de considerar, pero no me preguntaron nada”, agrega.
En relación al arribo de fichajes al equipo laico, Schapira no ocultó su preocupación por el nivel de los refuerzos del equipo laico. “Lo de Matías Rodríguez pensé que era un chiste(...) Estaba preocupado por los refuerzos. Acá hay un tema más de fondo. Volvemos a dar palos de ciego. No tengo nada contra Matías, pero no estaba en los planes traer a Matías. Están dando palos de ciego. Todo lo que se ha criticado que se ha hecho mal, ahora se está repitiendo”, acusa.
En la concesionaria, horas después de conocer la renuncia del director saliente, enviaron un documento al empresario para lamentar su partida. De paso, le aseguraron que el club está enfocado en fichar a un defensor central y dos volantes centrales.
Otro de los puntos que le genera incomodidad al empresario es que se haya eliminado la comisión fútbol. Hoy, todo el poder de la plana deportiva, está en manos de Luis Roggiero y Michael Clark, el presidente. “Dios quiera que las cosas anden bien, que ganemos todo, que salgamos campeones, que ganemos la Copa Libertadores. Yo me voy porque no estoy acostumbrado a trabajar de esta manera. Voy a un directorio para participar, no para solo mirar. En esos casos es más entretenido leer el diario, porque uno se entera de todo por ahí al final. No digo que estén haciendo las cosas mal, solo digo que estoy cansado de avalar situaciones en las que no se me pide la opinión”.