Dardos contra Carlezzo y molestia en el directorio: la bomba que estalló en Colo Colo tras el bloqueo de la FIFA por el caso Solari

Este jueves por la tarde, el plantel de Colo Colo viajó a Uruguay para realizar la pretemporada. En esas jornadas de trabajo, Jorge Almirón y su cuerpo técnico tendrán que darle forma a un equipo que empieza el año con un duro desafío: superar a Godoy Cruz para meterse en la fase de grupos de la Copa Libertadores.

El equipo albo estaba en pleno vuelo cuando en la plataforma oficial de la FIFA estallaba una auténtica bomba: el Cacique estaba impedido de realizar fichajes producto de la sentencia del TAS que le obligaba a pagarle US$ 400 mil a Smarter Players S.R.L., la empresa de representación deportiva que tenía la tutela de Pablo Solari cuando el Pibe fue vendido a River Plate. Si hasta ahora los albos no presentaban ninguna cara nueva, el dictamen dificultaría aún más la posibilidad de reclutarla. O, visto de otro modo, quizás ahí resida la explicación a la demora.

En Macul hubo varios que se miraron con extrañeza. Si ya la había por la carencia de refuerzos, prácticamente una obligación por las evidentes deficiencias de rendimiento que mostró el equipo que entonces dirigía Gustavo Quinteros en instancias decisivas de la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana e incluso cuando pudo encarrillarse en el Campeonato Nacional, ahora las había más por un compromiso que obligará a realizar un cuantioso desembolso. No es el único relacionado con el caso. Los albos habían fichado al abogado brasileño Eduardo Carlezzo, el mismo que defendió a Chile en la controversia con Ecuador por la inclusión de Byron Castillo en las últimas Eliminatorias, para aumentar su posibilidades de éxito en la corte deportiva. Esa decisión, y el gasto que conllevó, también ha sido puesto en entredicho en las últimas horas. “No sirvió para nada”, apuntan en el seno de la entidad alba.

En el club explicaron que la “contingencia” estaba contemplada en el presupuesto institucional y que el abono se realizaría en las próximas horas, con lo que los esfuerzos se concentrarían, definitivamente, en los fichajes que tanto esperan los millones de hinchas del equipo más popular de Chile. Eso sí, establecieron que aún les asistía la convicción de que el traspaso de Solari a River Plate había sido una operación directa entre clubes, por lo que no procedía el pago a intermediarios. La tesis fue descartada por el TAS. Los fallos del máximo tribunal deportivo en el mundo son, por definición, inapelables, aunque se puede, eventualmente recurrir a instancias superiores, como el Tribunal Federal Suizo, generalmente ante vicios de forma.

El problema radica en que, según dejan entrever algunos de sus componentes, el directorio no estaba suficientemente informado de la situación. De hecho, eso fue lo que provocó la mayor sorpresa. Varios de sus miembros dicen que se enteraron del dictamen y de sus alcances a través de las publicaciones de los medios de comunicación. Y apuntan que no es primera vez que sucede.

La lógica no solo se aplica para la situación específica por el traspaso de Solari. En parte de la mesa que adopta las decisiones en el club albo se quejan por la escasa información que circula respecto de situaciones relevantes. De hecho, ya hubo señales en el mismo sentido cuando se concretó la contratación de Almirón y su cuerpo técnico. En rigor, el entrenador se enteró antes de que los propios directivos de que había sido el elegido, en una carrera en la que también estaba el brasileño Vanderlei Luxemburgo, una opción que había generado preferencias en algunos directores. Cuando ya se daba por hecho el entendimiento que había alcanzado Daniel Morón, en su rol de gerente deportivo, surgían voces que advertían de que la decisión tenía que ser ratificada por el directorio del club y que, por lo tanto, resultaba apresurado darlo por oficial. Ahí, finalmente, se confirmó la decisión.

Enterado de las quejas, el presidente de la concesionaria, Alfredo Stöhwing, se comprometió con los directores a generar instancias de participación previas a la nueva reunión de directorio de enero. La mesa sesiona los últimos miércoles de cada mes, por lo que se torna impracticable esperar esa instancia para adoptar las determinaciones más urgentes, que están relacionadas con el arribo de nuevos jugadores.

En ese plano, Stöhwing suscribió un compromiso que ahora sus pares le reclaman: convocar a la Comisión Fútbol durante esta semana. Ahí se le pedirían, como a Morón, las explicaciones inherentes a los fichajes. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, según confirma un director, no se había recibido la convocatoria respectiva. Otras versiones apuntan que la cita se realizará el martes.

La queja se había escuchado en años anteriores. “Hay molestia, porque no nos informan, no nos cuentan”, dice el mismo miembro de la mesa. De hecho, sostienen que resulta habitual que en cada período de transferencias, que es cuando los directivos más pretenden participar, por su condición inherente de hinchas y otro tanto por la de inversores, las determinaciones se adopten directamente entre el gerente deportivo, el entrenador de turno y quienes tienen que abocarse a cerrar las respectivas gestiones desde el punto de vista contractual. Esa era, justamente, la situación que pretendían revertir en esta oportunidad, pero que volvió a darse.