La rutilante victoria sobre Casper Ruud en la tercera ronda de Indian Wells puso a Christian Garin (97º ATP) nuevamente en la órbita del circuito grande de la ATP. Lo mostrado en el Masters 1000 californiano abrió grandes expectativas para lo que pudiera hacer en la fase de los 16 mejores frente al español Alejandro Davidovich Fokina (28º), un jugador algo alejado de la clásica escuela hispana, pero con un tenis bastante agresivo en canchas duras que mucho para el nacional, quien terminó cayendo por 6-3 y 6-4.
El chileno, por supuesto, tiene lo suyo (siempre lo ha tenido), y una de las notorias mejorías que ha experimentado en Estados Unidos está en su plan de ataque, con una derecha que cada vez fluye más y el regreso de su revés cruzado como golpe más característico, aspectos que ha ido trabajando concienzudamente durante esta segunda etapa con el argentino Andrés Schneiter como entrenador y que en el desierto norteamericano se han ido destacando. Sin embargo, no tuvo la fineza del partido anterior y lo terminó pagando caro.
El comienzo fue difícil para el nacido en Arica, ya que desde el principio tuvo que hacerle frente al ritmo que le propuso el rival. Dos errores no forzados le costaron el primer quiebre del encuentro en el cuarto juego. De ahí en adelante, el malagueño tomó el control del parcial. Sus tiros profundos y llenos de potencia complicaron en demasía al número dos del país, quien volvió a ceder su saque en el sexto game. Eso sí, en el siguiente logró recuperar una de las rupturas y ponerle un poco más de justicia al marcador, pero no logró evitar perder el primer set en 40 minutos.
Una pequeña ilusión
La misión para la segunda manga era lógicamente reducir la cantidad de errores no forzados y buscar una fórmula que le permitiera complicar al español, quien seguía acertando todo lo que tiraba hacia las líneas, pero ese impulso se cortó en el sexto juego. Tres errores no forzados le permitieron a Garin quebrar y pasar al frente por primera vez en el partido. No obstante, esa alegría duró poco, ya que Davidovich recuperó inmediatamente el rompimiento.
Con ambos tenistas jugando al límite y ofreciendo algunos puntos notables, la emoción se trasladó al desenlace de la segunda manga, la que se definió por pequeños detalles, y estos favorecieron al europeo, quien con mucha decisión salió a atacar el servicio del jugador nacional en el noveno game. Lo hizo con una muñeca firme y mucha profundidad, lo que le permitió ganar la mayoría de los intercambios y lograr el ansiado quiebre de servicio. Luego, sin mayores inconvenientes, coronó con su saque el paso a cuartos de final.
A pesar de la derrota, Garin tiene varias razones para estar tranquilo. Primero, recuperó la confianza en sus tiros y se dio cuenta de que puede competir en gran nivel nuevamente. Además, cuajó su mejor actuación en Indian Wells viniendo desde las clasificaciones y consiguió un importante ascenso en el ranking que lo dejará muy cerca de los 80 mejores del mundo.