El coronavirus y el calendario siguen poniendo en aprietos al torneo nacional. Anoche se debía jugar el duelo entre Curicó Unido y Unión Española, el que finalmente no se disputó. El brote de Covid que tiene el cuadro tortero (11 casos activos y 28 contactos estrechos) obligó a que la ANFP suspendiera no solo el cotejo señalado, sino que también el próximo, ante La Serena, el sábado 26.

Los curicanos entran en cuarentena, mientras que sale del confinamiento Unión La Calera. Después de presentar 15 casos positivos, uno probable y 32 contactos estrechos, lo que significó la suspensión de tres partidos, el plantel cementero retoma sus trabajos de cara al choque con Colo Colo, programado para este sábado en Macul.

Uno que anhela un respiro es Coquimbo Unido. Tanto Matías Cano como Federico Pereyra manifestaron públicamente su descontento con la ANFP por la programación, apelando a su desgaste por estar en la Copa Sudamericana. “Agradecerle a los genios de las oficinas que nos ponen un partido, terminando a las 23.30 y en menos de 50 horas tenemos que estar saltando a la cancha”, dijo irónicamente el zaguero. Cano fue más duro, lo que le podía costar una citación al Tribunal de Disciplina.

Pero ayer, a través de una declaración pública, incluyendo la firma del arquero, le bajaron los decibeles a los reclamos. “Coquimbo Unido y su plantel no ponen en duda la imparcialidad del directorio de la ANFP y su Gerencia de Competiciones y se excusa si es que estas u otras declaraciones puedan haber sido interpretadas de manera equivocada”, plantearon.

A Coquimbo le postergaron dos partidos (ante Antofagasta y Colo Colo), mientras que a Católica le aplazaron cuatro (contra la U, Wanderers, Palestino y O’Higgins). La UC, el club que más ha jugado desde el retorno del fútbol (24 encuentros), recupera para el clásico de mañana a Fernando Zampedri, ausente de los últimos partidos por coronavirus.