De estar al borde del retiro por una grave lesión a dar el gran salto en Wimbledon: la historia de lucha de Tomás Barrios
Una lesión puso en jaque la carrera del tenista cuando esta recién estaba comenzando. Sin embargo, logró sobreponerse y hoy se ilusiona con el top 100 y seguir logrando hitos en La Catedral.
A los 25 años, Tomás Barrios (133º) está viendo los frutos de mucho sacrificio y sufrimiento. El chillanejo vive el momento más feliz de su carrera, en la que ya registra algunos hitos, como haber participado en los Juegos Olímpicos de Tokio y haber jugado los cuadros principales del ATP 500 de Río, del Abierto de Australia y dos veces el de Wimbledon. Precisamente, en La Catedral está haciendo historia, ya que este lunes logró su primera victoria en el main draw de un Grand Slam que, de paso, es la mejor de su trayectoria.
Con un destacada carrera como juvenil, el chillanejo desde temprano ilusionaba con ser parte de una generación de recambio en el tenis nacional. Dueño de un metro y 91 centímetros de estatura y respetables golpes planos, además de una particular tomada para el drop, bautizada como “Longa Shot”, y que consiste en empuñar la raqueta desde muy arriba, casi a la altura de la garganta para ejecutar el tiro. “Lo hago desde los diez años. Supongo que porque tenía poca fuerza. Se me hace más cómodo, no puedo tirar el drop agarrando la raqueta desde abajo. Luego la suelto y recupero bien la otra tomada para volear. Pero no es algo que se lo enseñaría a alguien”, contó recientemente en una conversación con Clay Tenis.
En su ciudad, el tenista fue formado por Gonzalo González, con quien realizó gran parte de su proceso como junior (y que aún lo acompaña cuando juega en Chile), para luego sumarse a la Academia Alto Tenis, a cargo de Guillermo Gómez. En esa última etapa, llegó a ser el número cinco del mundo, clasificando al Masters de final de temporada, donde derrotó en el partido por el tercer lugar al serbio Miomir Kecmanovic, actual número 41 del ranking.
Para esa cita al otro lado del mundo se preparó entrenando a las 4 de la madrugada en el Club Providencia, en una sesión llena de trabajo y anécdotas, en la que fue acompañado por El Deportivo, y donde terminó llegando Seguridad Ciudadana por los ruidos producidos por los raquetazos a esa hora. En esa oportunidad estuvieron Gómez, el PF de ese entonces, Marcelo Clavero, y la psicóloga deportiva Anita Yávar.
Pero antes de que pudiera meterse en ese promisorio grupo, la carrera de Barrios estuvo a un paso de cortarse. A los 14 años, una discopatía muy severa lo dejó al borde de colgar la raqueta. “Con esa lesión se nos vinieron todos los fantasmas encima, porque fue bastante seria. De hecho, dejó de jugar entre cinco a seis meses, que yo creo que fueron los peores de su vida, al igual que los nuestros”, recordaba en una entrevista con este medio Marcelo Barrios, padre del tenista.
“Fue muy complicado, pero gracias a Dios, nos dieron un contacto con una persona de Rancagua, el quiropráctico Jorge Escobar, quien fue quien trató los desgarros iniciales y, luego de eso, empezó a tratar la discopatía. Bloqueó esa zona afectada, tonificó y potenció toda la zona lumbar y así permitió que después no sintiera dolores. De ahí, nunca más dejó de jugar ni de competir al alto nivel”, prosiguió.
En su vida personal, es declarado hincha de Ñublense, y su mayor ídolo en el tenis es Fernando González, su película favorita es En busca de la felicidad y su actor favorito es Will Smith.
El top 100 a la vista
En 2017, Nicolás Massú convocó por primera vez a Barrios y lo hizo debutar ante República Dominicana, con la serie ya definida. Igualmente, no tuvo problemas para derrotar por un doble 7-6 a José Olivares. De ahí en adelante, fue un habitual en el equipo y fue parte del equipo que clasificó a las Finales de 2019 y a las de este año, donde es pieza fija en el dobles junto a Alejandro Tabilo.
Asimismo, en Tokio fue el único representante del tenis chileno tras alcanzar la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Lima, lo que valió el boleto a los Juegos Olímpicos que se disputaron en 2021, siendo otro de los hitos importantes de su carrera.
El año pasado parecía que iba a ser el del asalto al top 100. Sin embargo, a poco de llegar a ese selecto grupo se rompió los meniscos y terminó perdiéndose casi todo el segundo semestre, razón por la cual apenas defiende siete unidades en lo que queda de esta temporada, lo que hace que sea prácticamente cosa de tiempo su arribo a ese selecto grupo.
La temporada de Tomás Barrios ha sido sólida: registra dos títulos de challenger, dos finales y dos semifinales, además de los cuartos de final en el ATP 250 de Córdoba, que no solo le hicieron recuperar el ranking que había perdido tras la lesión, sino que lo que pueda llegar a conseguir. De momento, es uno de los 80 mejores de la temporada y su techo todavía es muy amplio.
Este miércoles frente al belga David Goffin (123º) tendrá una nueva oportunidad para seguir cumpliendo sus sueños en el All England.
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