Estaba todo dado para que el estreno del italiano Daniele De Rossi (36) con Boca Juniors fuese exitoso. El desembarco del campeón del mundo en 2006 en Argentina ha sido un suceso, ya que no es común que un jugador de su trayectoria recale en Sudamérica, aunque esté en las postrimerías de su carrera. En su partido debut (el pasado martes 13) convirtió ante Almagro, por la Copa Argentina, y mostró parte de su estilo durante los 77 minutos que jugó. No obstante, a Boca le empataron y quedó afuera por penales ante un elenco de la B Nacional.
De Rossi, quien estuvo 18 años en la Roma, símbolo absoluto de la Loba, se dio un gusto que quería de niño, por la influencia de Diego Maradona, de vestir los colores azul y oro. "Quería sentirme vivo, feliz, y Boca era la respuesta", dijo ayer en Fox Sports.
El caso del italiano da cuenta de un fenómeno en el fútbol de nuestro continente, que le da otro plus: recibir a jugadores de grandes carreras directamente desde Europa, el primer mundo futbolístico. De Rossi puede darse otro gusto: participar de la Copa Libertadores. Esta tarde, Boca visita a la Liga de Quito, en Ecuador, club al que llegó Antonio Valencia (34), tras salir del Manchester United.
Brasil fue el que rompió los esquemas ya que fueron capaces de fichar a futbolistas de linaje, independiente a sus edades. Ya no es resorte exclusivo de México o Estados Unidos. El ejemplo más evidente es Dani Alves (36).
La Copa América fue un reimpulso para el lateral. Titular en el Scratch, que ganó el certamen, fue el capitán de la Canarinha y su rendimiento le permitió ser escogido como el mejor jugador. Eso sucedió luego de que quedara libre tras finalizar su vínculo con el PSG tras dos años en Francia. Incluso "pidió trabajo" por Instagram. No obstante, volvió a su país y recaló en el Sao Paulo, desatando fervor.
El 6 de agosto lo presentaron en el Estadio Morumbí ante 40 mil espectadores, ceremonia en la cual fue acompañado por otros ilustres del club como Diego Lugano y Kaká.
"Solo quería decirles que el Sao Paulo no contrató a un jugador, contrató a un hincha como ustedes", dijo Alves, posando nada menos que con la 10. Firmó hasta diciembre de 2022 y debutó en la liga anotándole al Ceará, el domingo. Tiene como compañero al español Juanfran (34), exlateral del Atlético de Madrid.
Si de fichajes estelares se trata, el Flamengo dio la nota. En su afán de luchar por la Libertadores (enfrenta esta noche a Internacional de Porto Alegre, por la ida de cuartos de final), el Mengao también contrató a ilustres para afirmar sus bandas. Uno es Filipe Luis (34), quien volvió a Brasil luego de 15 años jugando en el Viejo Continente. El otro es Rafinha (33), lateral proveniente del Bayern Múnich, multicampeón con el gigante bávaro. Para seguir potenciándose, Flamengo sondeó a Mario Balotelli (29), aunque éste se inclinó finalmente por el Brescia.
La potencia de Concacaf
A través de factores económicos, torneos como el mexicano y el estadounidense se han reforzado con jugadores europeos de élite. Es cosa de ver a Zlatan Ibrahimovic (37) y a Wayne Rooney (33) en la MLS, o al francés André-Pierre Gignac (33) en Tigres. La novedad es el retorno de un arquero completamente vigente: Guillermo Ochoa (34). Memo, quien perfectamente podía permanecer en Europa (estaba en el Standard Lieja belga), fichó en el América siendo el segundo mejor pagado de la Liga MX: US$ 4,4 millones al año. Ese es el poder de los mexicanos.