A los 29 años, Luciano Cabral está viviendo el mejor momento de su carrera. Una que tuvo una pausa de cinco años y medio y que amenazó con terminar con su ascendente trayectoria la madrugada del 1 de enero de 2017. En ese momento el jugador de Athletico Paranaense participó en el homicidio de un joven mendocino, por el que fue condenado a nueve años y medio de prisión, junto a su padre y su primo, quienes recibieron 16 y ocho años, respectivamente.

Después de alcanzar más de la mitad de la pena y gracias a su buena conducta y participación en distintos talleres mientras duró su reclusión, el mediapunta obtuvo la libertad condicional en el último trimestre de 2022, lo que le permitió fichar en Coquimbo. Su deseo era salir de Argentina, pues temía por su integridad y la de su familia. “Yo hoy pienso más en mis hijos que en mí”, explicó en una entrevista con El Deportivo, meses antes de obtener el beneficio.

En esa misma conversación, el mendocino contó cómo eran los partidos dentro del penal. “Allá adentro jugué tres años. Teníamos muy poco tiempo de patio, porque la cárcel estaba superpoblada en su momento y teníamos una hora a la semana. Y cuando salíamos, éramos 60 o 70 personas que queríamos jugar a la pelota en una canchita. Entonces, se tenía que ganar como sea”, recordó.

Junto con ello, reveló que tuvo que cambiar de posición para protegerse: “Después, cuando me vi más cerca de los beneficios, empecé a atajar para cuidarme de lesiones y golpes, porque allá adentro no hay árbitro ni nada. Aunque me moría de ganas de jugar”.

¿Azul o blanco?

Precisamente cuando cayó detenido, Luciano Cabral estaba en conversaciones con Universidad de Chile, pues en ese momento buscaba mayor continuidad que la que tenía en Paranaense y así también acercarse a la selección chilena. “Exactamente. En persona no conversé, pero mi representante en su momento quizás sí. Cuando estuve en Brasil, pasaron seis meses y no estaba jugando el tiempo que yo estimaba. Entonces, llamé a mi representante y le dije que me quería ir para agarrar minutos, y me decían que estaba la opción de ir a Chile. Esperemos tener la posibilidad. Si es la U, ojalá. Pero cualquier puerta que se abra de algún club en Chile, encantado estoy de poder ir”, detalló.

Finalmente ese último deseo se cumplió y llegó al país, donde en Coquimbo Unido, con Fernando Díaz como DT, recuperó todas esas sensaciones que parecían olvidadas. Se convirtió en el mejor volante ofensivo del campeonato y este año ha deslumbrado tanto por sus asistencias como por sus goles. Sin ir más lejos, el último fin de semana anotó uno de los mejores goles del certamen ante Everton.

Naturalmente su nombre comenzó a sonar en varios equipos y Ricardo Gareca lo sigue con atención para nominarlo a la Roja. Frente a la posibilidad de dar el salto, el futbolista se mostró complacido. “A mí me gustan los desafíos, mientras más grandes son, mucho mejor para mí. A todo jugador le gustaría jugar en un grande como Colo Colo y tantos más que se nombran”, manifestó en diálogo con TNT Sports.

Asimismo, en ese diálogo expresó su deseo de estar en la próxima nómina del Tigre. “No pierdo las esperanzas, uno trata de hacer lo mejor. Todo jugador sueña con la selección y qué mejor que jugar una Copa América que te enfrentas a las selecciones más importantes del mundo. Sería un desafío grande que me gustaría enfrentar”, cerró.

Sigue en El Deportivo