Quiso ir a pelear con la banca del Sevilla: el imperdible show de José Mourinho en la final de la Europa League

Morinho
REUTERS/John Sibley

El técnico de la Roma fue uno de los grandes protagonistas del duelo ante Sevilla. Desde reclamos hasta una solitaria premiación marcaron su paso por el Puskás Arena de Budapest.



El mítico José Mourinho nunca pasa desapercibido. El actual entrenador de la Roma buscaba su segundo título internacional con el club, luego de conseguir la Conference League la temporada anterior. Y aunque cayó en los penales ante el Sevilla, en la final de la Europa League de este miércoles, el portugués dejó postales increíbles. Como siempre.

Primero, tras el gol de Paulo Dybala a los 34 minutos. En lugar de ir a festejar con todo el tanto de su escuadra, caminó en dirección contraria del festejo de sus futbolistas e hizo un gesto de que vuelvan a su lugar, con una mueca que reflejaba demasiada confianza. Una sorprendente calma que, incluso, molestó a algunos en el banquillo sevillano.

Posteriormente, en la segunda parte, estalló cuando el juez cobró un penal para los españoles por una falta sobre Lucas Ocampo. El portugués se agarraba la cabeza y no lo podía creer. Eso, hasta que el VAR llamó al inglés Anthony Taylor, quien revirtió su cobro. Tras esto, el exDT del Real Madrid no dudó en exigir tarjeta amarilla por simular.

Otra de las polémicas ocurrió al minuto 80, tras un centro que dio en la mano de Fernando, mediocampista del Sevilla. Los jugadores de la Roma no dudaron en hostigar al árbitro para que cobrara la pena máxima, en tanto que Mou, que estaba sentado en la banca, salió corriendo y gritando con sus asistentes para reclamar la jugada. Sin embargo, el juez ni siquiera tuvo que ir a revisarla, ya que el VAR la desestimó.

Cara a cara con el banco del Sevilla

Pero el momento más tenso de la final fue en la prórroga, al minuto 119. Ahí, el portugués se molestó con toda la banca del Sevilla. Furioso les fue a reclamar, mientras era contenido por sus asistentes y parte de los suplentes de la Roma. En la discusión, el defensor brasileño Marcão se le puso frente a frente, momento en que se calmaron los ánimos. Luego habló cabeza con cabeza con el futbolista Joan Jordán, para solucionar los problemas.

Regaló la medalla

Para siempre quedará la postal de lo que sucedió en la premiación de los equipos. Una vez consumada la derrota en penales, Mourinho se adelantó a sus jugadores e incluso a los árbitros, recibió la medalla del segundo lugar, se la sacó del cuello y se fue rumbo a camarines. Varios en la organización del evento se miraban sin entender muy bien lo que estaba ocurriendo.

Posteriormente, se supo que el DT regaló su medalla de segundo lugar a un hincha. La fotografía del joven fanático con la presea se viralizó rápidamente por todo el mundo.

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