De la esperanza a la desilusión: radiografía al primer año de Gareca en la selección chilena

El 22 de marzo de 2024 fue el estreno del Tigre, ante Albania. Los primeros amistosos alimentaron la esperanza de nueva Roja. Pero el paso de los partidos cambió todo. Último en las Eliminatorias, y solo en duelos oficiales, el DT exhibe un pobre 20% de rendimiento.
El sentimiento era transversal. Ricardo Gareca era quien concitaba mayor adhesión para asumir la banca de la selección chilena, en reemplazo del renunciado Eduardo Berizzo. El recuerdo aún fresco de su exitosa etapa en Perú le daba los pergaminos suficientes al Tigre para enrielar el camino de la Roja, rumbo al Mundial 2026. El 25 de enero de 2024 fue su presentación, donde trazó de inmediato su objetivo. “Lo único que me interesa es estar en un Mundial, pero eso se construye”, manifestó. El tiempo diría que el sueño se transformaría en pesadilla. Hoy, solo un milagro instala al equipo nacional en la cita que se disputará en Canadá, Estados Unidos y México.
En cancha, el proceso de Gareca con Chile lleva un año. El 22 de marzo de 2024 se produjo el estreno de la Selección bajo la batuta del estratega transandino, en un amistoso disputado ante Albania, en Parma. La victoria 3-0 sobre el elenco europeo arrojó buenas sensaciones, evidenciando síntomas de recuperación. Además de lo netamente futbolístico, se necesitaba revivir la conexión con el hincha. Volver a encantar al público. Con la perspectiva del tiempo, pareció ser un espejismo. Luego de un año, cabe hacer una revisión del proceso del hoy cuestionado seleccionador.
Una radiografía a los 14 partidos de Gareca con Chile, tras 365 días en los cuales se pasó de la ilusión a una desazón absoluta.
Bajísimo rendimiento
Los números son duros. Sumando los amistosos, la Copa América de Estados Unidos y las Eliminatorias, los 14 encuentros dirigidos por el Tigre registran cuatro triunfos, tres empates y siete derrotas, lo que arroja un 35,7% de rendimiento. Tiene 20 goles a favor (seis a Panamá) y 19 en contra. Entre los técnicos con un mínimo de 10 partidos dirigidos en la Roja, Gareca es el de peores números desde Pedro García (27,8% en 12 duelos, en 2001). Al remitirse exclusivamente a duelos oficiales, el panorama es peor. En 10 cotejos, solo una victoria (4-2 a Venezuela, en noviembre pasado), tres empates y seis caídas. Apenas seis puntos de 30; un pobre 20% de efectividad.

Los amistosos abrieron una ventana en la cual entró aire fresco. Sin embargo, aquello se esfumó velozmente. Hay un quiebre tras el estreno en la Copa América, cuando se empató sin goles con Perú y no se jugó bien. Desde entonces, a la Roja no solo le costó llegar al gol, sino que también entró en un espiral de malos resultados. Llegó a encadenar ocho juegos seguidos sin ganar. En ese afán de búsqueda de otras respuestas, la base que se encontró ante Albania, Francia y Paraguay se debilitó.
La búsqueda de un equipo
El DT de la selección nacional es de mantener sus bases, ya sea en su estructura táctica como en los elementos que utiliza. Su dibujo matriz es el 4-2-3-1 y pocas veces sale de aquello, aunque vaya perdiendo. Ante Bolivia, en ese partido para el olvido en Ñuñoa, apostó por dos delanteros y no resultó. Mientras que, en Asunción, mutó al 4-1-4-1, sistema que también usó a veces en Perú, cuando quería reforzar el medio. Una de las críticas hacia el entrenador es la falta de un plan B.
En estos 14 partidos ya mencionados, Gareca ha utilizado a 56 jugadores. Quien tiene más presencia es Eduardo Vargas, con 957 minutos en 13 juegos (solo faltó contra Panamá, amistoso que tuvo solo valores del medio local). Turboman volvió a la Selección con el Tigre, erigiéndose en su centrodelantero titular, más allá de su opaco momento en clubes. El que le sigue en minutaje es Rodrigo Echeverría, con 862’ en 12 encuentros. Ya desde la época de Berizzo que el actual mediocampista del León mexicano se convirtió en un inamovible. El podio lo completa Gabriel Suazo, con 836’ en 10 compromisos. Luego de varias polémicas, quien se subió al carro fue Arturo Vidal, quien suma 228’ en tres partidos.
Con el pasar del tiempo, hay elementos que ya no asoman en el radar. Por razones obvias, uno es Claudio Bravo, retirado. Producto de serias lesiones, Igor Lichnovsky y Matías Catalán perdieron sitio. Pero el ejemplo más evidente es el de Ben Brereton. Luego de la sustitución en el primer tiempo contra Bolivia, el delantero chileno-inglés no apareció más en una convocatoria. Tiene 145 minutos jugados con el actual entrenador, en ocho presencias. Por decisión técnica, una ausencia importante es Carlos Palacios, titular en Boca Juniors.
En la era Gareca, han debutado en el combinado absoluto 14 futbolistas: Nicolás Fernández, Thomas Galdames, Gonzalo Tapia, Lucas Cepeda, Marcelo Morales, Ulises Ortegoza, Fabián Hormazábal, Luciano Cabral, Ariel Uribe, Nicolás Guerra, Dylan Escobar, Álvaro Madrid, Steffan Pino y Fernando Zampedri. El pentagoleador del fútbol nacional fue el último en unirse a este grupo, tras su nacionalización.
Antes de viajar a Asunción, Ricardo Gareca emitió: “A estas alturas, de parte mía, dejar a Chile es imposible. La expectativa es dejar algo... No es momento de hacer balances. Con el tiempo se verá”. Lo concreto es que la situación del argentino es delicada e incómoda, porque se le fichó con el afán concreto de clasificar a la Copa del Mundo y aquello está prácticamente descartado. Pese a la fe que pregona en cada una de sus alocuciones, la tabla muestra a la Roja en el último lugar de las Eliminatorias, con un fixture temible, en un proceso que evoca demasiado al fracasado camino hacia Corea-Japón 2002.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.