De la mano del formador de Arturo Vidal: el decisivo aporte de Colo Colo a la Roja Sub 17 que hace historia en Colombia

El equipo de Sebastián Miranda goleó por 5-0 a Perú y dio un paso más hacia el Mundial de Qatar, en el que Sudamérica cuenta con siete cupos. Los jugadores del Cacique aportaron con todos las anotaciones. Hugo González, el gran artífice en los inicios de la carrera del Rey, los comandó hasta hace poco en la Sub 16 del Cacique.
La selección Sub 17 sigue escribiendo su historia. La goleada sobre Perú, que se suma al profusamente destacado triunfo sobre Argentina, alimenta aún más la esperanza del equipo de Sebastián Miranda de alcanzar un cupo en el Mundial de Qatar. Como si se tratara de una burla del destino, la fórmula es más o menos parecida a la que tiene al equipo de Ricardo Gareca prácticamente fuera de la cita adulta de 2026: Sudamérica tiene siete cupos. La Roja infantil, de todas formas, luce un aspecto bastante mejor: escolta a Colombia en el grupo A, con seis unidades. Los dos primeros de cada zona entran directamente a las semifinales del certamen y clasifican al evento planetario que se jugará en Asia.
La avasalladora presentación ante los incaicos se celebra con más fuerza en Macul. Todos los goles de la victoria nacional fueron convertidos por jugadores que se están formando en la cantera alba. En Pedrero, por cierto, la denominación se escribe con mayúsculas: Cantera Alba. Es una forma de darle un sello a la producción de talentos con una aspiración concreta: que en el futuro no tan lejano se transformen en los pilares del primer equipo. Esa transición, en todo caso, no siempre ha resultado exitosa.
Los mejores talentos de la cantera alba: el decisivo aporte de Colo Colo a la Roja Sub 17
Yastin Cuevas abrió la ruta de la victoria y luego selló la goleada. Matías Orellana anotó el segundo tanto. Alonso Olguín anotó el tercero y el cuarto. El segundo de su producción personal fue un golazo: un olímpico en que el balón tomó un efecto endemoniado para vencer al arquero Tomás Dulanto.
En Pedreros sacan pecho. En principio, en silencio, pues Héctor Tapia, quien a mediados de febrero asumió la jefatura del área Fútbol Joven del Cacique, que pasó varios meses vacante, prohibió que los actores del club se refirieran a las actuaciones de sus nóveles deportistas. En su decisión, quizás, prime la experiencia personal: el exdelantero fue una de las figuras más emblemáticas del equipo de la misma categoría que en 1993 se transformó en sensación por sus participaciones en el Sudamericano y, más importante aún, por el tercer puesto en el Mundial de Japón. Cuando aún no cumplían la mayoría de edad, esos jugadores tenían el país a sus pies e incluso participaron de telenovelas y hasta del Festival de Viña del Mar.

Tapia encabeza un proyecto deportivo que sobrevivió de manera notable a la incertidumbre. En junio de 2024, luego de cinco años de gestión, el argentino Ariel Paolorossi dejó el puesto. La gestión del transandino dejó como herencia varios jugadores que llegaron al primer equipo: Daniel Gutiérrez, Bruno Gutiérrez, Vicente Pizarro, Alexander Oroz, Diego Plaza, Lucas Soto, Alan Saldivia. Damián Pizarro y Leandro Hernández.
Paolorossi representaba la herencia de otra gestión: la de Marcelo Espina en la gerencia deportiva. El proyecto apuntaba, precisamente, a enfrentar la gran falencia que se había detectado: la escasa producción de jugadores aptos para el primer equipo y, por consiguiente, una promoción deficiente. Por esos días, se echaba andar una idea ambiciosa: llegar al centenario del club con un plantel mayoritariamente formado en casa. El proyecto se denominaba 60/40, una alusión inequívoca a los porcentajes de la composición a la que se aspiraba.
Después de su salida, Blanco y Negro puso interinamente en el cargo a Hugo González, mientras desarrollaba un extenso casting en busca del reemplazante de Paolorossi. A febrero se llegó con una lista más reducida, llena de nombres estelares: además de Tapia, figuraban Esteban Paredes, Miguel Riffo, Ricardo Dabrowski, Eduardo Lobos y el mencionado González. También emergió el nombre de Óscar Regenhardt, excoordinador del fútbol juvenil de Boca Juniors.
Los éxitos no cesaron
El estado de indefinición no perjudicó los resultados. De hecho, la serie Sub 16, en la que militaban los jugadores que hoy brillan bajo la tutela de Miranda en la Selección, obtuvo los títulos en los dos torneos que disputó. Engrosó, por cierto, un palmarés glorioso en el calendario 2024: los albos se quedaron, además, con la Copa Futuro, en la categoría Proyección; el Clausura Sub 18 y el Apertura 2015. En el fútbol femenino obtuvieron las coronas adulta, juvenil y Sub 16. Aún sin un encargado oficial de guiar los trabajos, la cantera alba seguía produciendo piedras. Algunas, preciosas.
La Sub 16 masculina alba, de la que Miranda eligió a Cuevas, Orellana y Olguín, y también seleccionó al arquero Santiago Tapia y los zagueros Bruno Torres y Agustín Silva, era dirigida por González, quien tiene a su haber una contribución decisiva en la formación de varios jugadores que terminaron brillando con la camiseta alba y, luego, en el exterior: el caso más emblemático es Arturo Vidal, quien suele reconocer la influencia que el exseleccionado nacional ejerció en su etapa formativa.
La representación alba en el combinado nacional tiene otro elemento para lucir: supera a la de la U (tres jugadores: Benjamín Díaz, Renato Núñez y Andher González) y de la UC (que tiene uno, Amaro Pérez).
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