De McEnroe a Djokovic: episodios desagradables que se recuerdan en una cancha de tenis

El serbio Novak Djokovic protagonizó el último episodio vergonzoso en una cancha de tenis. El número uno del mundo fue descalificado del US Open por golpear con la bola a una juez de línea. Aquí, un repaso por los momentos más desagradables provocados por tenistas frente al público.

El número 1 del mundo es el protagonista de la última polémica del circuito ATP. El Serbio enfrentaba a Pablo Carreño en los octavos de final del US Open, ganaba 6-5 y un break gatilló su enojo. Novak lanzó con fuerza una pelota hacia atrás y una jueza la recibió en el rostro. El tenista acudió inmediatamente a prestarle ayuda pero no pudo evitar la descalificación, que sanciona cualquier golpe con la pelota a otra persona cuando se está fuera del juego.

El alemán Alexander Zverev comenzó mal este 2020. En su primer partido por la ATP Cup, el tenista tuvo 14 dobles faltas y con su raqueta las emprendió contra un cartel publicitario y luego contra una silla. Su padre, quien es su entrenador, también recibió un golpe indirecto y se retiró del lugar. En el duelo ante Tsitsipas se volvió a desahogar mal con su progenitor, quien le dio consejos para dejar de cometer errores, cuestión que Zverev no aceptó y le insultó frente al público. Frente a tal situación, su padre lloró y no habló más durante el encuentro.

En el mismo torneo que Zverev mostró su peor cara, el ruso Daniil Medvedev no se quedó atrás. En los cuartos de final frente al argentino Diego Schwartzman, el tenista se encaró con el árbitro pese a haber recibido un warning y golpeó dos veces con la raqueta la silla del juez. La sanción fue solamente un punto para Schwartzman.

En el Master 1000 de Roma, en 2019, el australiano Nick Kyrgios tuvo otro episodio que fue viralizado en internet. El tenista no soportó un punto de castigo en el último set; golpeó su raqueta contra el piso, pateó una botella y lanzó una silla a la cancha. El árbitro lo descalificó inmediatamente. Días antes, en la primera ronda, sacó a relucir todos sus trucos contra Medvedev. Hizo tiros entre las piernas, le dio la espalda a su rival y lanzó bolas fuera del estadio.

El chileno Nicolás Massú también protagonizó una recordada discusión. Fue en el US Open 2005, durante un partido ante el argentino Guillermo Coria. Los jugadores mantenían un tenso diálogo, hasta que la situación casi se sale de control. Massú las emprendió contra el argentino: ¿Qué te pasa? Estás loco". Coria respondió: “No seas tan perseguido”.

Los tenistas Facundo Argüello y Carlos Berlocq se enfrascaron en una discusión frente a todo el público en el Challenger de Montevideo, en 2018. Berlocq agitó a su rival y le reiteró que debía madurar, hasta que Facundo perdió la paciencia y le invitó a pelear; “Te espero afuera, a ver si aguantas”, le dijo.

El extenista John McEnroe fue famoso por su talento y también por su carácter. No le importaba si era un amistoso o una final, el estadounidense siempre jugó y actuó con intensidad emocional. En una exhibición ante su compatriota Jimmy Connors, disputado en Chicago, los tenistas estuvieron al borde de trenzarse a golpes en medio de la cancha.

En el ATP 500 de Hamburgo de 2015 se vio una de las discusiones más recordadas del último tiempo. El italiano Fabio Fognini se aburrió del juego del español Rafael Nadal, quien se imponía por 5-4 en el segundo set. “Siempre haces lo mismo”, le dijo más de una vez el italiano a Nadal, ya que consideraba que su rival tardaba mucho en realizar el saque.

La semifinal del Grupo I de la Zona Americana de Copa Davis del 2000, disputada en la cúpula del Parque O’Higgins, será difícil de olvidar para el tenis nacional. La serie entre Chile y Argentina fue la más vergonzosa en la historia del torneo. Durante el partido entre Nicolás Massú y Mariano Zabaleta, se le descontó puntos al chileno por el mal comportamiento del público. Luego, el argentino tuvo una discusión con un pasapelotas que intentó ocultar un proyectil que cayó a la cancha. El momento desencadenó en el climax de la jornada, cuando cientos de asistentes comenzaron a lanzar las sillas de plástico que fueron ubicadas para los espectadores. Las consecuencias: un castigo para Chile, que no pudo jugar de local hasta inicios de 2002.