De Paul se avergüenza por la pelea con Espinoza, pero la zanja: “Nos dimos un abrazo, no llegamos a los besos”
El arquero azul da por cerrado el entrevero con el volante y se enfoca, ahora, en el duelo ante Everton. Dudamel dirige su primera práctica presencial con los estudiantiles.
Fernando de Paul asume que buena parte de la comparecencia ante los medios de comunicación tendrá que ver con la pelea que protagonizó con Gonzalo Espinoza en La Calera. Se lo toma con naturalidad. También con la tranquilidad de haber cerrado el problema minutos antes en el vestuario, con el otro involucrado. Refuerza cada cierto rato la buena relación entre ambos y da detalles de la reconciliación. Eso sí, también reconoce que sintió vergüenza por la situación y que, por lo mismo, ha evitado ver las imágenes.
“Aclaro que en ningún momento le falté el respeto al árbitro. Nada más que pedía explicación. Mis compañeros estuvieron bien al sacarme. Se los agradecí. La reacción mía no fue la mejor. Queda claro que esto no afecta al grupo. Somos un grupo sano. Por eso esto se aclaró y se solucionó. Ahora pensamos en el domingo, que es un partido importante. Con Rafael (Dudamel) lo aclaramos hoy, pero fue muy rápido, porque se solucionó. No hay problemas con Gonzalo ni con nadie”, enfatiza.
De paso, le responde a Johnny Herrera, quien anticipó la forma de la reconciliación. “Obviamente, (con Johnny) nos conocemos. Estuvimos mucho tiempo juntos. Era obvio que se iba a solucionar rápido. Fue con un abrazo, no llegamos a los besos. Es normal que pasen estas cosas”, añade. Y respecto del reencuentro con el histórico guardameta, remarca: “El partido con Everton es normal, como todos, nos da tres puntos. Está Eche, está Johnny y otros chicos más que son ex jugadores de la U. Pero todos los partidos dan tres puntos”, sentencia.
Eso sí, el golero reconoce la mezcla de sensaciones que le produjo verse envuelto en la escena del Nicolás Chahuán. “Te soy sincero. El video completo no lo puse ver, no lo quise ver, sí algunas imágenes. Más que la discusión con Gonza, porque son cosas que pasan. Mauro (Hernández, el kinesiólogo) viene a calmar las cosas y tuve una reacción que no debí. Es gente que está siempre con nosotros y reaccionar contra ellos da un poco de vergüenza y no me hace ver el video completo. Son reacciones, adrenalina, siento que es penal. La bronca no era entre nosotros, era por lo que había pasado en el partido. Ahora, dar vuelta la página”, añade.
En lo que sí insiste es en el origen del lío. “Considero que no es penal para nada. No me hace falta ver la jugada muchas veces, pero bueno, son decisiones que se toman en el momento. Lo del VAR, el otro día con Wanderers lo fueron a revisar. No sé qué se dijeron, qué comunicó la gente del VOR para que la gente no vaya a verlo. Siento que fue un cobro que no debería hacerlo. Ya está. Pero no le demos tanta vuelta al tema. Sentí impotencia, porque siento que no fue penal”, remarca.
El primer día de Dudamel
Los laicos trabajaron por primera vez de forma presencial con su nuevo entrenador, Rafael Dudamel. “Cuando hay un cuerpo técnico nuevo, hay un cambio, pero ya es mucha motivación estar en un equipo así. Nosotros debemos entregarnos de la mejor manera, dice De Paul respecto de la gestión que ahora parte en plenitud.
“Sabemos que lo que más nos ha costado es mantener la misma intensidad o dominar mucho más tiempo en el partido. El otro día, con Wanderers, se dio que en el primer tiempo nos costó más. Priorizamos mucho el orden. Eso no quiere decir que especulemos o esperemos. Las exigencias son siempre las mismas, ganar. Lo del orden es porque no tenemos mucho tiempo con el profe. Intentaremos ser dominadores”, se propone.
Con el entrenador ya había existido una conversación después del incidente con Espinoza. “Se comunicó con nostros, nos pidió tranquilidad, que él creía que se iba a solucionar, porque son cosas que pasan en el fútbol. Lo bueno es que no sigan, que se solucionen rápido como pasó acá”, revela Tuto.
De paso, descarta que la condición de exarquero del entrenador llanero represente una diferencia considerable. “En realidad (los exarquero) pueden ver otras cosas, otros errores, otras virtudes que un ex jugador de campo no ve, pero cuando se ponen la ropa de entrenador eso queda un poco de lado. Se preparan para dirigir todo. No considero que sea ventaja o desventaja. Los otros que he tenido no se han metido tanto, porque para eso está el preparador de arqueros”, añade. Lo que sí valora es la presencia del estratega. “Es bueno tenerlo, que esté con nosotros. Él tenía muchas ganas. Fue un entrenamiento muy intenso, que lo aprovechamos muchísimo”, develó.
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