De trabajar en un banco a ser campeón de Europa: el camino al éxito de Hansi Flick

El Bayern Múnich es el equipo de moda, acaparando todo lo que disputó en la temporada. Su última consagración fue en la Liga de Campeones, superando por la mínima al millonario París Saint-Germain. El boom de los bávaros radica en diversos factores, pero la dirigencia se anotó un pleno con el cambio en la dirección técnica. El artífice del éxito se llama Hans-Dieter Flick (55).

Noviembre de 2019. El croata Niko Kovac era el entrenador de los bávaros, pero los resultados no lo acompañaban del todo y el juego no convencía. A principios de mes el Bayern pierde 5-1 con el Eintracht Frankfurt. Fue la gota que rebalsó el vaso. Kovac es destituido y quien asume, como interino, es Flick. La apuesta fue completamente acertada.

¿Quién es Hansi, como es conocido? Como futbolista fue volante, debutando en el Sandhausen en 1983. Dos años más tarde fichó en el Bayern, donde jugó 104 partidos y anotó cinco veces entre 1985 y 1990. Su trayectoria como futbolista fue breve. Luego pasó al Colonia pero sufrió mucho con las lesiones. Se retiró a los 28 años del profesionalismo. Siguió jugando pero de manera amateur y volvió a la ciudad de Bammental, donde se crió.

Su historia tiene relación con la banca y los bancos. Cuando tenía 18, luego de terminar la escuela, Hansi encontró una pasantía en un banco. Rechazó una oferta del Stuttgart para finalizar su trabajo como banquero. “Yo buscaba una salida laboral para el día de mañana”, dijo hace un tiempo. Más adelante, junto a su esposa, incursionó en otro negocio: pusieron una casa de deportes. “Hansi Flick Sport & Freizeit” abrió en 1995 y cerró en 2017, por decisión familiar.

Pese a entrar en otros rubros, el fútbol era su pasión. Por lo mismo se hizo entrenador. Hoy goza del reconocimiento transversal por su trabajo en el Bayern. El 6 de noviembre de 2019, tres días después de la salida de Kovac, Hansi Flick debuta con una victoria 2-0 sobre Olympiacos por la Champions. Sus buenos resultados permiten que el club lo ratifique hasta el final de la temporada. En efecto, el registro del equipo es tremendo. No pierden desde el 7 de diciembre, con el Borussia Mönchengladbach. Son 30 partidos seguidos invictos, con 29 victorias y un empate. Llevan 21 triunfos al hilo. En otras palabras, acumulan 257 días sin perder. En abril pasado, Flick firmó un nuevo contrato con el club hasta 2023.

El técnico que le dio el segundo triplete de la historia al gigante bávaro tiene varios méritos en el vuelco que le dio al equipo. Lo más notorio es en la defensa, ubicando a David Alaba, un lateral, como central izquierdo. Con eso le abrió paso a un diamante en bruto llamado Alphonso Davies. El canadiense, puntero, es el lateral zurdo y resalta por su velocidad. Lo otro fue devolverle la titularidad a Thomas Müller, referente de la institución.

“Estoy orgulloso del equipo. La evolución en los últimos diez meses es sencillamente sensacional. Nos hemos merecido celebrarlo como se merece. Mi más enorme agradecimiento a todo el equipo. Hay tantas personas que nos han ayudado, esto les pertenece. Que el equipo haya hecho las cosas así es lo normal. Nuestros jugadores mostraron una convicción absoluta de ganar, algo muy conveniente para el entrenador”, manifestó el DT tras la sexta Orejona del Bayern.

Alemania ganó el Mundial de Brasil 2014 de la mano de Joachim Löw… y también de Hansi Flick, como parte del cuerpo técnico. Era el encargado de coordinar la estrategia y táctica germana, tomando el timón de los coordinadores defensivos y ofensivos del seleccionado entre 2006 y 2014, periodo en el cual la Mannschaft fue subcampeona de la Euro 2008 y tercero en la Copa del Mundo de 2010. Cuando sale del cuerpo técnico asume el cargo de director deportivo de la Federación Alemana, entre 2014 y 2017.

En su trabajo en la selección contribuyó a la formación de talentos que hoy son pilares en la plantilla del Bayern: Manuel Neuer, Jerome Boateng, Thomas Müller y Joshua Kimmich.

Un exfutbolista, ahora técnico, está en la cresta de la ola por conducir a la gloria a uno de los elencos más clásicos del fútbol internacional, un trasatlántico que hay que saber manejar.