A Alejandro Gómez, así, a secas, no le conoce nadie. Sin embargo, si se habla del Papu Gómez, es muy difícil que un aficionado al fútbol o a las redes sociales no sepa de quien se está hablando. El extremo izquierdo, quien milita en el Monza, de la Serie A del balompié italiano, está viviendo horas complejas: acaba de ser sancionado por dopaje. En un control al que fue sometido antes del Mundial de Qatar, en el que ayudó a Argentina a levantar la Copa del Mundo, arrojó positivo.

El jugador del Sevilla afirma que ingirió un jarabe de sus hijos que contenía una sustancia prohibida, de lo que no notificó al cuerpo médico del equipo andaluz que, por consiguiente, tampoco extendió el aviso al staff de Argentina. Ahí parte la pesadilla: ahora tendrá que cumplir una sanción de dos años de suspensión. A los 35 años, su carrera está en la recta final. Que la retome con 37 es, cuando menos, incierto.

El ‘Papu Dance’

El Papu Gómez es un personaje singular. Hace seis años, de hecho, era considerado como una celebridad, sobre todo en las redes sociales. Por esos días, era el capitán del Atalanta, al el que contribuyó decisivamente para llevarlo a sus mejores figuraciones históricas, tanto a nivel local como en el concierto europeo. Tuvo que partir, por sus diferencias con el cuerpo técnico de Gian Piero Gasperini, pero alcanzó a dejar un sello imborrable: la peculiar forma de celebrar sus goles.

Después de cada conquista, el transandino realizaba un especial baile, que no tardó en transformarse en viral y hasta en inspiración para desafíos en las redes sociales. Tampoco tardó en recibir una denominación propia: en el mundo, pocos desconocían el ‘Papu Dance’.

Por esos días, de hecho, se abrió hasta un debate respecto de la originalidad de la coreografía, que llevó a determinar que su creador había sido el instagramer estadounidense Russell Horning, a quien en las plataformas sociales se le conoce como Backpack Kid. El estilo es conocido como floss dance y consiste en un coordinado y frenético movimiento de brazos y caderas.

El futbolista explicó, entonces, por qué celebraba de esa peculiar manera y cómo se transformó en un fenómeno en las redes. “El bailecito me puse yo a bailar en el vestuario en broma con Marco Borriello, un delantero italiano que jugaba en Atalanta hace unos años, y me filmó. Y él tiene muchísimos seguidores en Instagram y levantó vuelo. Se hizo viral. Y después vinieron tres chicos, que se llaman Gil Autogol, que son Youtubers de Italia. Y para el verano europeo me propusieron hacer el videoclip de la canción, con un muchacho cubano. Así que nos pusimos hacer la canción y explotó todo”, declaró en TyC Sports.

La creación derivó, también, en una obra benéfica. “Quiero aclarar que todo el tema de la canción va a beneficio. Yo soy padrino de una fundación de chicos discapacitados, una Academia en Bérgamo, que está en toda Italia, que son chicos discapacitados que juegan al fútbol. Y, bueno, todo lo recaudado va con ellos, con las canciones que se descargan por Internet”, amplió, entonces, Gómez.

Historial dorado

Papu Gómez tiene un historial deportivo envidiable. Ha jugado en Arsenal de Sarandí, San Lorenzo, Catania, Metalist, Atlanta y el Sevilla. Sin embargo, es su recuento de títulos internaciones el que destaca: fue campeón mundial juvenil en 2007, evento en el que Chile remató tercero; ganó la Copa Sudamericana y la Suruga Bank con el Arsenal; y la Europa League con la escuadra española.

Lo más trascendente, en todo caso, lo logró con la Albiceleste. Levantó la Copa América de 2021, la Finalissima en 2022 y consiguió el título que lo inmortalizó, como a todos los integrantes de la escuadra de Lionel Scaloni: la Copa del Mundo en Qatar.

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