De una cláusula histórica a un préstamo ‘costo cero’: Ansu Fati cambia el Barcelona por el Brighton

Hace poco, Ansu Fati se unió a un particular club: fue uno de los pocos jugadores a nivel mundial cuya cláusula de rescisión fue avaluada en la estratosférica suma de mil millones de euros. De hecho, tres más eran compañeros suyos en el Barcelona: Gavi, Pedro y el uruguayo Ronald Araujo. Por sus condiciones y, principalmente, por su juventud, el club azulgrana apostaba fuertemente por él, al punto de que se transformó en el heredero de un símbolo: la camiseta número 10. El último en usarla antes que él había sido Lionel Messi.

El delantero dejará el club. Sin embargo, lejos de su astronómica tasación, lo hará sin costo: partirá a préstamo por un año al Brighton, la sorpresa de la última temporada en la Premier League. Llega al fútbol inglés con la idea de recuperar el protagonismo que le quitó Xavi. Al técnico azulgrana poco le importaron los antecedentes y los números. Como su aporte futbolístico no le convenció, lo sacó del equipo.

El club azulgrana sigue creyendo en Ansu Fati, pero, según consigna la prensa europea, ha concluido que el jugador necesita un envión para revitalizar su carrera. Esta temporada, de hecho, se ha transformado en un actor de reparto. En la tres primeras fechas de LaLiga, ni siquiera fue titular: sumó 11 minutos ante el Getafe, 22′ frente al Cádiz y 14′ ante el Villarreal. En total, 47 minutos que demuestran que no figura entre las prioridades del entrenador blaugrana. De hecho, ha pasado a estar por debajo de otra promesa: Lamine Yamal.

La cesión al Brighton persigue, precisamente, que Ansu Fati cuente con la continuidad que estaba condenado a no tener en el Camp Nou. Conocida es la tendencia de Roberto de Zerbi, el técnico de las gaviotas, de darles cabida a los jugadores jóvenes. En el Barça creen que el rodaje que alcance en estos meses en la competencia británica puede devolverle la motivación y el nivel para que vuelva a ser el jugador que anunció en su irrupción.

La relación con el club culé se había renovado hace un año. Ahora expira en 2027. En ese momento, existía la convicción de que se trataba de un jugador de alta proyección. Ahora también la hay, con la salvedad de que el matiz apunta que necesita un nuevo aire para reencontrarse con su esencia. Por esa razón, ni siquiera se llegó a analizar la opción de una venta definitiva y el acuerdo de cesión al Brighton tampoco la incluye. Ya antes se habían rechazado propuestas del orden de los 150 millones de la moneda comunitaria.

El club culé, de paso, rebaja en algo sus abultados gastos, pues solo asumirá el 25 por ciento del salario que percibirá el atacante en su nueva escuadra.