Debacle cruzada: la UC cae ante Coquimbo, se despide de la Sudamericana y Núñez se llena de cuestionamientos

Fue como volver el tiempo un año atrás. Tal como ocurrió la temporada pasada ante Audax Italiano, Universidad Católica se quedó sin la posibilidad de jugar la fase grupal de la Copa Sudamericana. Esta vez el verdugo fue Coquimbo Unido que ganó 2-0 sin apelación en Concepción.

Una derrota dolorosa que deja al equipo tempranamente sin torneos internacionales, pero que también pone en tela de juicio la continuidad del técnico Nicolás Núñez. Lo peor de todo, el cuadro universitario pierde un cheque de un millón de dólares, premio por avanzar a la fase grupal.

Porque el cuadro pirata no tuvo complejos para entrenar la iniciativa a los cruzados. En ese escenario, la UC adelantó la línea de tres en el fondo, el mismo planteamiento que hizo en la victoria ante Palestino.

Si bien el cuadro de la franja tenía más la pelota, pero no lograba abrir el camino por las orillas. Salía con seguridad desde atrás, pero todo se diluía en tres cuartos de cancha, donde los nortinos esperaban para desbaratar todo con eficiencia.

Al otro lado de la cancha, el equipo pirata intentaba hacer un juego más directo, aunque tampoco encontraba la profundidad requerida para abrir la cuenta en Concepción.

Encima, el cuadro del Norte Chico se quedó sin su delantero titular, el argentino Andrés Chávez, quien sufrió un dolor muscular que lo obligó a salir por su compatriota Nicolás Johansen, a los 19 minutos.

En esa dinámica, fue el equipo de Fernando Díaz el que estuvo más cerca de gol en la primera media hora de partido. Primero, con un remate de Johansen que se fue sobre la portería de Thomas Gillier. En la jugada siguiente, quien intentó fue Luciano Cabral, pero no le dio dirección.

En el final del primer tiempo, un tiro de esquina que la zaga cruzada sacó sin problemas, además de un remate blando a las manos del golero universitario, fueron las últimas aproximaciones de los coquimbanos.

Pero el hecho de ser un partido definitorio marcaba mucho el trámite del partido. Dos cuadros muy tensos que, en línea generales, arriesgaban poco para evitar dejar espacios en el fondo.

En el tiempo complementario, Nicolás Núñez decidió mover las piezas. Así se explica con el ingreso de Gonzalo Tapia y de César Pinares, para dar un poco más de profundidad en ofensiva.

Sin embargo, fue el equipo pirata el que hacía más daño, siempre a costa de su pragmatismo. A los 51 minutos, Benjamín Chandía quedó solo frente al meta de la franja, quien estuvo notable para sacar la pelota al córner.

Tiro de esquina que trajo consecuencias. Después de una serie de rebotes entre las manos del golero Gillier y la cabeza de Fernando Zampedri, que Alfred Canales completó en la raya, fabricaron el autogol que dio la ventaja a los dirigidos del Nano Díaz.

La UC intentó una reacción, pero ni el potente remate de Tapia que sacó el meta Diego Sánchez, tampoco el desborde que intentó Alexander Aravena fue suficiente para conseguir un empate parcial.

A los 73 minutos, Coquimbo Unido estuvo cerca de cerrar la serie. Una mala salida del meta Gillier dejó la pelota botando en el área, pero la media chilena de Chandía no tuvo dirección para encontrar el arco.

Con el cuadro santiaguino en busca del empate, los espacios para el contragolpe se hicieron palmarios. Así lo aprovechó Johansen, quien recibió una falta que el propio delantero se encargó de convertir en gol, a los 87 minutos. Suficiente para declarar el nuevo fracaso de la UC.