Siempre que juega Nick Kyrgios (40°) algo puede pasar. Ya sea por algo que él hace, o bien por lo que puede suceder con su rival, que en este caso fue Stefanos Tsitsipas (5°), o el juez de silla. Y en la tercera ronda de Wimbledon no fue la excepción, ya que este caso la combinación de estos dos últimos provocó el enojo del tenista australiano, por la acción del primero y la inacción del segundo.
Esto, porque el tenista griego, cuando perdió el segundo set, se desahogó lanzando un balón con la raqueta hacia la gradería. El disparo, que salió un tanto bombeado pero con una trayectoria recta, rebotó en una de las paredes y, luego, encontró destino en la nuca de un espectador.
Sin tener una consecuencia grave en la persona, la reacción de su contrincante no se hizo esperar. Enojado y molesto con la acción del griego, Kyrgios empezó un reclamo airado contra el juez de silla, al que increpó sin miramientos.
“Debe ser descalificado, ¿eres tonto o qué?”, empezó la molestia del australiano en contra de Damien Dumusois, a lo que complementó en el mismo tono. “¿Se puede hacer eso?, ¿tenemos que esperar que lesione a alguien del público? Es una vergüenza, llamen a los supervisores”, cerró en su alegato.
Finalmente, con su característico tono irónico, el tenista comentó, ofuscado. “Si yo hago esto…Dios mío”.
A pesar de que el australiano siguió insistiendo en el problema y la acción de su rival, el partido continúo con normalidad. Sin por eso estar exento de tensión durante el cotejo. Partido que finalmente se llevó Kyrgios por un marcador de 6-7(2), 6-4, 6-3 y 7-6(7).
Y, hacia el final del partido, una vez que se confirmó la victoria del oceánico, el tenista ganador quiso bajarle el perfil a la situación explicando que respeta a Tsitsipas y que son grandes amigos y que lo “quería”.
“Estoy contento por haber pasado. Ha sido frustrante la situación. Tengo un gran respeto por Stefanos Tsitsipas. A él lo quiero”, sostuvo Kyrgios.
Una pelea que siguió
Pero los cruces no se quedaron solo en el partido. Lejos de terminar con la polémica y un partido caliente, ambos tenistas se refirieron a la situación ocurrida durante el duelo, y otras acciones del mismo.
En conferencia de prensa, el griego disparó contra el australiano, calificándolo de matón, aduciendo que es un jugador que molesta constantemente a sus contrincantes.
“Es bullying constante. Eso es lo que hace. Él molesta a sus oponentes, seguramente fue un matón en la escuela. No me gustan los matones. Él tiene buenas cosas dentro de su carácter, pero también tiene un lado malvado, que cuando es expuesto, puede dañar y hacer mal a la gente que lo rodea”, fue lo expuesto por Tsitsipas.
La respuesta del oceánico no tardó en llegar. Desentendiéndose de sus declaraciones después del partido, Kyrgios arremetió, fiel a su estilo, de forma irónica con respecto a la situación del tenista griego.
“Soy uno de los jugadores más queridos en el camarín. Él no lo es. Tiene problemas graves”, sostuvo.
Un cruce que dio que hablar entre ambos tenistas y que encendió un torneo que pocas expectativas generó a no otorgar puntos ni aceptar a los rusos para competir.