Declaración de principios

Mientras algunos países afinan sus piezas para irse a Rusia, nosotros empezamos un nuevo ciclo (o proceso, palabra que irrita a muchos) como sparring selecciones mundialistas. Nuevo DT y nuevos nombres que se suman a algunos históricos que aún mastican la rabia de no ir al Mundial.

La gracia de ayer era ver la oferta de Reinaldo Rueda en esta presentación en sociedad. Aparentemente, el colombiano tiene la noble pretensión de protagonizar el juego e incluso monopolizar el dominio. No es un mandato, pero sí una declaración de principios. Es sabido que no puedes disponer del balón los noventa minutos. Por tanto los momentos de recuperación necesitan de una fina coordinación.

Ayer faltó algo de eso, probablemente por la poca conexión que existió con la inédita dupla de centrales (inédita a nivel de selección). La coordinación lateral y en profundidad vendrá con el tiempo.

En la otra mitad del campo la pelota se movió de manera lateral con exceso de seguridad. Además de la línea de volantes se suma Alexis Sánchez, que suele buscar esa posición más protagónica. Sin embargo, esa seguridad necesita un quiebre. Sin aceleración no hay sorpresa. Es en esa instancia donde debe aparecer el nombre propio más que el colectivo.

Allí es donde aparece un hombre indispensable como Aránguiz. Sabe achicar de manera vertical y siempre otorga oportunidades de descarga. Nota aparte lo de Arturo Vidal, que, una vez más, se transforma en la figura de Chile. Nunca se resta del juego y todo lo que hace, lo hace bien. Estos dos hombres determinan el ritmo de Chile. Su ascendencia sobre el resto del equipo se mantiene inalterable.

No fue un partido para sacar grandes conclusiones. Aún falta por ver a Paulo Díaz de central y a Erick Pulgar en la zona de volantes. Ya habrá tiempo para ver y analizar cómo los usará Rueda.

¿Lo mejor? La actitud de los mayores y referentes del equipo. No sólo se encuentran bien físicamente. Además muestran ganas de estar y de seguir siendo competitivos. Eso contagia y además, les dice a los que vienen, que no la van a tener fácil. Al menos en lo deportivo se partió con el pie derecho.