El campeonato más competitivo de Sudamérica bajó la cortina. Este domingo finalizó la temporada 2024 del Brasileirao y quedó todo definido. Con 10 partidos en simultáneo y la atención puesta en múltiples canchas, con la pelea de arriba y abajo, el flamante campeón del gigante sudamericano es Botafogo. El club carioca cierra un año extraordinario, consiguiendo un histórico doblete: la Serie A de su país y la Copa Libertadores. Venció 2-1 a Sao Paulo para volver a tocar el cielo.

El Fogao llegó a la última jornada con una ventaja de tres puntos sobre su escolta, el Palmeiras. La primera opción de título para el equipo de la Estrella Solitaria fue a mitad de semana, pero no pudo certificar el primer lugar a raíz del triunfo del Verdao sobre Cruzeiro, con un notable gol del joven Estevao. Entonces, todo se pospuso para el domingo, en donde al Botafogo le bastaba un empate para alcanzar el tercer título de liga en su historia.

Se dio un cruce con mucho morbo en la última fecha, toda vez que el puntero recibió al Sao Paulo, uno de los rivales enconados del Palmeiras. A su vez, el elenco del portugués Abel Ferreira enfrentó al Fluminense, rival en Río para el Fogao, que tenía sus propias necesidades para mantener la categoría. La única opción del Verdao para ser campeón era derrotar al Flu y que Botafogo pierda con los paulistas. No le servía otra cosa.

Durante el primer tiempo, los pupilos del portugués Artur Jorge se pusieron en ventaja con gol del venezolano Jefferson Savarino. Una victoria le permitía desestimar lo que pasaba en el Allianz Parque, la cancha del Palmeiras. Sin embargo, en el segundo periodo, Sao Paulo encontró el empate. En los 63′, William Gomes puso el 1-1. A esas alturas, los verdes paulistas estaban perdiendo ante Fluminense. En el tiempo añadido, un tanto de Gregore instaló el 2-1 definitivo, para certificar el título.

Es una temporada histórica para el Botafogo, quien tuvo un viraje en su gestión desde que pasó a ser una Sociedad Anómina de Fútbol (SAF) y el polémico magnate estadounidense John Textor adquirió la propiedad. Esto permitió una fuerte inversión y la llegada de figuras como Thiago Almada y Luiz Henrique. El equipo vuelve a ser campeón de Brasil tras 29 años. Fue en la liga de 1995 la última vez que el Fogao salió campeón de su país. Esto se añade a ganar por primera vez la Copa Libertadores.

Los réditos económicos de estos logros son cuantiosos. Solo por ser campeón de América recibió un premio de 23 millones de dólares, lo que sumado a todo lo que ganó en las rondas anteriores alcanzó un total de US$ 33.340.000. Ahora, como campeón del Brasileirao, gana otro cheque por US$ 10 millones. Y el próximo año estará en el Mundial de Clubes.

Se salvó Atlético Mineiro

La definición por el último descendido fue movida y trepidante. Entre cuatro clubes (un par de ellos, grandes) se iba a determinar uno que caía a la B: Atlético Mineiro, Fluminense, Athletico Paranaense o Bragantino. Finalmente, fue el Furacao el que bajó de categoría.

Se dio un choque directo entre el Galo y el Paranaense, que tuvo a Eduardo Vargas iniciando en el banco e ingresando en los 87′ (por el lesionado Hulk), en la que sería su despedida de la institución. El subcampeón de la Libertadores, ya sin Gabriel Milito en la banca, necesitaba ahuyentar al fantasma de la B, que empezó a acechar de manera insospechada hace varias semanas. Un triunfo de 1-0 le alcanzó al Mineiro para seguir en Primera (gol de Rubens, en los 73′).

Las victorias de Fluminense sobre Palmeiras (1-0) y de Bragantino sobre Criciúma (5-1) condenaron al Paranaense, club en el cual militó hasta hace poco Luciano Arriagada. Por lo tanto, los cuatro descendidos a la Serie B son Cuiabá, Atlético Goianiense, Criciúma y el Athletico. El Galo se metió en la Copa Sudamericana, al igual que el Flu. Las cosas del Brasileirao.