Del encierro en la Casa Alba a los goles: cómo se produjo la resurrección de Iván Morales en Colo Colo
El constante apoyo de sus compañeros, la preocupación de Aníbal Mosa, los consejos de Esteban Paredes y el respeto que le entregaron en la residencia juvenil de los colocolinos fueron algunos de los factores que permitieron el buen momento del delantero blanco después de ser denunciado por protagonizar fiestas nocturnas ilegales.
“No entiendo cómo puede rendir como jugador, si todas las noches tiene carrete”.
Esa fue la frase que marcó el último escándalo de Iván Morales y fue pronunciada por una de sus vecinas en enero de este año. Acusación que terminó con el delantero albo viviendo en la Casa Alba y un ultimátum del directorio de Blanco y Negro. “Si no fuera por el cariño que le tenemos, seguramente ya no estaría en la institución”, aseguró -por esos días- el presidente de la concesionaria, Aníbal Mosa.
Y fue el propio empresario sureño uno de los encargados de apoyar al ariete. “Aníbal siempre ha sido una persona excelente, siempre ha estado al lado mío”, aseguró Morales esta semana. Y en el Monumental confirman dicha versión, ya que varios testigos aseguran que el timonel de ByN nunca dejó sólo al joven canterano y lo aconsejó en varias oportunidades.
Otro que habló harto con el nacido en Longaví fue Esteban Paredes. El ídolo del Cacique siguió siendo un referente para el 18, pese a que lo echaron del Monumental en febrero pasado. “A Iván le ha hablado desde que subió en el primer equipo, un muchacho que cometió muchos errores y yo se los he dicho”, confesó la leyenda del fútbol chileno en TNT Sports.
Se ganó el respeto
Desde que el técnico Gustavo Quinteros llegó al Monumental, siempre confió en Morales. Es su titular indiscutido y descartó que la polémica mencionada, fuera una indisciplina del futbolista. Y si bien el adiestrador argentino-boliviano no es de los que ande encima de sus dirigidos, si tiene un brazo armado para esas tareas: el preparador físico Hugo Roldán.
Fue él quien le sacó trote en la pretemporada, donde -afirman testigos- el centrodelantero se lució. Pero además Roldán, cuentan en Macul, “negoció la independencia” del joven de 21 años y la respuesta del muchacho fue contundente: dos goles en amistosos, una celebración en la Supercopa y los dos tantos con los que el elenco mapuche se impuso a Cobresal.
Sí, Morales se ganó el derecho vivir solo, en rigor se fue a la casa de su familia, no sin antes dejar gratos recuerdos en el búnker donde el Popular forma a sus futuras figuras. Cuentan testigos de esos días que se ganó el respeto de todos los que trabajan ahí, que fue muy buena persona con los muchachos que habitan la Casa Alba y que hoy todos lo echan de menos. Palabras que confirma el encargado de las divisiones menores de los blancos, Ariel Paoloross: “Iván es un fenómeno de pibe, muy amable, siempre anda saludando a toda la gente y le tienen mucho afecto dentro de la Casa”.
Pero nada de todo esto era posible, sin el apoyo de los compañeros. Lo vivido en el torneo pasado hizo que el camarín del David Arellano se uniera y cual familia, acogiera a Morales y lo respaldara siempre. Nadie lo condenó. Todos ahí dentro lo apoyaron para que demostrara lo talentoso que es.
Y si bien hoy no lo pasa bien, pues su mamá está hospitalizada, el goleador quiere enfocarse más que nunca en su carrera: “No me gusta retroceder en el tiempo, ya aprendí que lo tenía que aprender y ahora estoy comprometido para seguir jugando”.
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