Will Still es el nombre del técnico que tiene revolucionada a la liga francesa. Con solo 30 años, el belga se transformó en la sensación del campeonato, luego de que asumiera la banca del Reims en octubre tras el despido de Óscar García, de quien era su ayudante. Los resultados llegaron rápidamente, a tal punto que el joven estratega todavía no ha perdido desde que asumió, acumulando un invicto de 13 partidos, entre ellos un empate 1-1 como visita ante el poderoso PSG, el domingo pasado.
Pero la historia del DT es aun más particular, porque comenzó jugando al Football Manager 2001, el popular juego que simula la conducción de un equipo de fútbol. “Nunca había pensado que Football Manager hubiera podido influir en mi carrera en la vida real, pero ahora que lo pienso, está claro que sí. Me obsesioné con el juego de niño, y probablemente encendió en mí el fuego que tengo ahora como entrenador en la línea de banda”, comentó hace un tiempo. “Mi hermano y yo jugábamos sin descanso. No nos dejaban tener un PlayStation, así que jugábamos a Football Manager en el computador de la familia”, agregó.
“Nos dedicábamos a crear una plantilla, elegir un equipo, organizar los entrenamientos, asegurarnos de que el equipo iba en la dirección correcta... Todos los detalles. No había nada mejor que eso, aunque fuera virtual. Y aquí estaba yo, haciéndolo de verdad. Recuerdo que, cuando estaba en el Sint-Truiden, intentaba ganar la liga con ellos también en el juego”, destacó.
Hijo de padres ingleses y con una discreta carrera como jugador en las últimas categorías belgas, se dio cuenta pronto de que su camino estaba en la dirección técnica. Así, comenzó como analista y luego se transformó con 28 años en el entrenador del Germinal Beerschot tras la salida de su jefe el argentino Hernán Losada (exjugador de la U) al DC United. De este modo, se convirtió en el técnico más joven de la historia de la Jupiter Pro League.
A pesar de los buenos resultados que tuvo en su equipo, la dirigencia optó por contratar a un adiestrador más experimentado. Así, no le quedó más remedio que partir y tomar la oferta del Reims para sumarse como ayudante de García. Sin embargo, sin esperarlo, volvió a encabezar una banca, aunque con una gran particularidad. Cada partido que dirige le cuesta 25 mil euros a su club, debido a que Still no cuenta con la licencia UEFA Pro. De este modo, al final de la temporada la suma se elevará a 575 mil euros. Eso sí, se espera que la licencia la obtenga durante el próximo verano europeo.
Sus buenos números ilusionan a su equipo, que hoy sueña con una clasificación a torneos europeos tras un comienzo de temporada donde bordeó la zona de descenso. Sin embargo, gracias a la mano del nuevo entrenador, el más joven de las cinco grandes ligas, tiene licencia para soñar, aunque este aún no la tenga para dirigir.