Del fútbol a una banda de rock: la insólita reconversión del verdugo de Chile en Toulon 2008
Pablo Daniel Osvaldo decidió colgar los botines en 2016 para dedicarse por completo a la música, un sueño que guardaba desde pequeño. En una entrevista a Página 12 habló de su nueva vida alejado del balón.
En 2008 Pablo Daniel Osvaldo se perfilaba como uno de los delanteros más prometedores que ofrecía el balompié italiano. Ante Chile, precisamente, mostró sus credenciales, anotando el solitario tanto que privó al cuadro de Bielsa de quedarse con el Torneo Esperanzas de Toulon. El ítalo-argentino surgido en Huracán pareció corresponder a las expectativas, posteriormente rompiendo redes en Fiorentina, Roma, Juventus e Inter de Milán, entre otros.
Pero todo acabó abruptamente. En 2016, de ese potente centrodelantero quedaba poco. No importó jugar en Boca Juniors, club de sus amores, ni mucho menos la oferta que llegó desde Málaga. Con 30 años Osvaldo, de golpe, decidió acabar con el futbolista que llevaba dentro para darle cabida a otra pasión: la música.
Ahora dice sentirse libre. Ya no debe esconderse para fumar o beber whisky. Pasa los días con su banda, Barrio Viejo, tocando en lugares chicos, tomando fernet y disfrutando de todo lo que no se le permitía en su vida como futbolista. Así confesó al suplemento El Enganche, de Página 12.
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Foto: Carlos Serraf. Gentileza de Página 12.[/caption]
En conversación con el diario argentino, el otrora nueve de los "xeneizes" aseguró que no se arrepiente del camino que siguió. "Quise hacer esto y lo hice. Y no me arrepiento de nada. Vivo contento por mi decisión".
"Ahora la gente es mucho más grata conmigo. Más amable. Este mundo (el del rock) me ayuda a entender otras cosas. El universo del fútbol te prejuzga mucho. Este país te prejuzga. Y al final, detrás hay una persona", argumentó.
Al ser consultado sobre qué era lo que más le jodía del fútbol, Osvaldo no dudó en responder que "la imaginación de la gente. A mí me ha pasado que se dijera acá en mi país que yo no era profesional. La conclusión viene así: "Uh, a este le gusta el rock and roll. Entonces, le gusta el whisky. Y encima fuma. Este se debe pasar todos los días hasta las 5 de la mañana tomando whisky. Y seguro que se droga, también". Y ya sos eso. Y yo tengo que decir: 'No, flaco. Yo jugué 11 años en Europa, en la selección de Italia y en la Juventus. ¿Vos te pensás que si yo me drogo o me fumo 50 puchos o tomo whisky hasta las 5 de la mañana podría jugar ahí?".
Sin embargo, aclaró que es un eterno agradecido del deporte rey. "Es un lugar maravilloso, que me hizo conocer todo el mundo, que me invitó a jugar en muchos lugares y me hizo abrir mi cabeza. El fútbol me hizo ver a Bob Dylan en vivo. No quiero que parezca que le tiro mierda al fútbol porque no es así".
Hoy, en su nueva faceta como líder y vocalista de Barrio Viejo, el ex artillero señaló que "el éxito es grupal. Por ahí el éxito es que tengamos 60 años y sigamos juntándonos con estos chicos a tocar en una sala de ensayo, sin importar qué haya pasado en el medio".
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