El puntero holandés nacido en Surinam Bernio Verhagen ni siquiera puede decir que jugó en el fútbol chileno, pero sí que no se lleva los mejores recuerdos del país. Es su verdad, la que, ya de regreso en Holanda, hizo una denuncia de racismo en El Mercurio, donde expuso que sufrió ataques de ese tipo de parte de sus compañeros en su estadía en el Audax Italiano. Que lo tildaban de "negro", "mono" y "esclavo". Incluso que le robaron 500 dólares y 150 mil pesos.
En el Sifup optan, por ahora, por no referirse al tema. De manera extraoficial, sin embargo, uno de sus dirigentes asegura que se está recabando información para tener la claridad suficiente sobre el tema. Y que hasta que eso no ocurra no pueden emitir un juicio. De todas formas, aseveran que están encima del tema desde que tuvieron conocimiento de éste. Y que se investiga con todos los involucrados. Que incluso se pondrán en contacto con el propio Verhagen.
El hecho causó revuelo en los itálicos, donde cada uno de los nueve consultados por el tema (entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes) fue repitiendo que no se referirían públicamente al hecho y que solo responderían a través de un comunicado, el que nunca llegó a ser difundido hasta el cierre de esta edición. "No me voy a referir al tema. El club está preparando un comunicado", dijo, por su parte, Juan José Ribera, entrenador del equipo y directamente apuntado por Verhagen.
Fuera de micrófono, eso sí, la situación fue distinta con los futbolistas. Muchos dicen asombrarse por la denuncia de Verhagen. "Obvio que le decíamos ´negro´, como también le decíamos a Sergi Santos, por ejemplo", revela un jugador del plantel que prefiere mantener su nombre en el anonimato por miedo a ser sancionado.
Hay otro miembro del equipo que incluso se extraña con la denuncia del robo de dinero. Dice que jamás lo había escuchado. Un tercero asevera que la acusación de Verhagen está muy alejada de la realidad.
El problema, aseguran en la tienda itálica, es que siembra dudas en torno a la honorabilidad del equipo. Que, hasta que alguien no hable en micrófono, finalmente es la palabra de Verhagen contra la de la institución, que ya otras veces ha optado por manejar las apariciones públicas de sus jugadores y cuerpo técnico.