Inter sigue en una profunda crisis. El cuadro campeón de la Serie A peninsular se vio apabullado por el Milan en el derbi válido por la ida de semifinal de la Copa Italia. Un empate sin goles que encarrila una serie de siete partidos, en todos los torneos, en los que sólo logró una victoria. Los dos chilenos ingresaron en el final del duelo.
Porque hace rato que el elenco nerazzurro pasa un mal momento. Una crisis que quedó demostrada en el primer tiempo frente a su archirrival. Un equipo largo, con muchos problemas en la salida desde atrás, con una línea de fondo muy lejana a los dos hombres en punta que puso ayer el DT Simone Inzaghi: Lautaro Martínez y Edin Dzeko.
Fue el Milan, que para efecto del torneo hizo de local, el equipo que se creó las mejores ocasiones en la primera etapa. A los 11 minutos tuvo el primer aviso, cuando entre el meta Samir Handanovic y el volante Marcelo Brozovic dejaron la pelota en los pies del belga Alexis Saelemaekers, cuyo remate esta vez fue bien contenido por el arquero esloveno.
Minutos más tarde, una diagonal del lateral francés Theo Hernández terminó en un remate que se fue por poco. Mientras que Rafael Leao también intentó desde lejos, pero desviado.
Al otro lado, un centro de Ivan Perisic que sacó el zaguero Alessio Romagnoli cuando Dzeko llegaba a la cita, fue la única clara de un equipo que se vio perdido en varios momentos del duelo.
Chilenos a la cancha
En el inicio del complementario el guion no cambió mucho. El equipo de Stefano Pioli fue mucho directo y vertical, mientras que Nicoló Barella y Hakan Calhanoglu no podían tomar la manija en el cuadro de los chilenos, ambos en el banco.
A los 47′, Leao volvió a probar a Handanovic, pero el meta interista estuvo notable para repeler el tremendo remate del portugués, que bien pudo ser el primer tanto del encuentro. Lo mismo intentó Alessandero Florenzi, a los 63′, pero el arquero volvió a responder.
A 25 minutos del final, Inzaghino movió las piezas y dispuso el ingreso de los dos chilenos: Alexis Sánchez y Arturo Vidal. Coincidencia o no, la entrada de los dos pilares de la Roja le entregó mayor vitalidad al ataque interista.
A los 76 minutos, Vidal abrió para Denzel Dumfries en el borde del área y el remate cruzado del neerlandés fue rechazado por poco cuando llegada Dzeko.
Y aunque la línea de volantes interistas era feble, lo cierto es que al menos dejaron el marcador en cero. Un arma de doble filo, ya que era importante marcar como visitante en una semifinal muy cerrada. El partido de vuelta se jugará recién el 20 de abril.